EL ISLAM SUBVENCIONADO: EL MAZHDAB DE LOS SUBVENCIONADOS DE CORDOBA (18)

Pero las profesoras de la Escuela de Subvencionados de Córdoba no están solas en tan acreditado sector industrial. Poco a poco y con la ayuda del Profesor Rahmanicus hemos ido descubriendo todas las claves de esta industria del maltrato y, hasta el momento, faltaban por aparecer casi la totalidad de las espabiladas de estas asociaciones, que viven de esto porque, de otra forma, no tienen oficio ni beneficio. El número de asociaciones feministas ha crecido como la espuma desde la promulgación de la desgraciada y anti-islámica Ley de Violencia de Género. Estas asociaciones son MUY GENEROSAMENTE subvencionadas y tienen un escaso o nulo control contable administrativo de los fondos públicos que reciben. Nadie las fiscaliza ni audita, por lo que nadie sabe en qué gastan el dinero. Es el habitat ideal donde se desarrolla el Mazhdab Cordobés.


La simple denuncia por maltrato basta como acreditación suficiente de la condición de “mujer maltratada” a efectos de diferentes ayudas de inserción laboral y subvenciones, aunque la denuncia sea falsa. Así que con haber nacido mujer y decir que “ese me maltrata” ya se tiene la condición de “mujer maltratada” y el consiguiente sueldo del dinero público. Por ejemplo, la Comunidad de Madrid da 900 € a las denunciantes, además de puestos preferentes en la adjudicaciones de VPO, cursos remunerados (de los temas más disparatados a los que luego las denunciantes ni siquiera asisten pero sí cobran) e incluso puestos de trabajo en la administración pública. Ya aclaramos anteriormente que los del PP también son progres, y que nunca han contrariado [ni lo harán] una sola consigna proviniente de la CIA..

Como hemos aclarado anteriormente el asunto del maltrato mueve cantidades astronómicas de dinero.


Dinero equivale a poder y a codicia. Y de manejar dinero, acostumbradas a gastarse el de sus maridos, la burguesas y sus hijas tienen experiencia, por lo que una vez encaramadas al liderazgo femenino en nombre de las mujeres "trabajadoras" atraen los recursos económicas hacia ellas como su fueran imánes. Sus pobre criadas no dan abasto archivando telegramas confirmando transferencias bancarias.

Lo único que logra el feminismo (hoy degenerado en hembrismo) es enfrentar a mujeres y hombres. Es necesario destapar la industria del maltrato y desvelar como los gobiernos se dejan manejar por grupos de presión "feministas", los cuales intentan que se redacten leyes que responden a sus propios intereses y no a los de la sociedad en general. Porque eso de arrestar y enjaular a un hombre sólo por que su pareja le haya denunciado es algo propio de cuando acusabas de judío a tu vecino ante la gestapo, de contrarrevolucionario ante la stassi, o de hereje ante la inquisición.

Las profesoras de la Escuela/Mazdhab de Córdoba saben mucho de todo eso. Ser marxista cripto-comunista ateo y odiar al ser humano no es algo privativo de hombres. En toda clase dirigente y más áun cuanto más explotadora sea ésta, el número de mujeres que disfrutan de los privilegios de casta son muy superiores al de los hombres. Esto es axiomático y el patriarcado no tiene nada que ver con ello. Lo que sucede simplemente es que al calor de las prebendas, el lujo, el abuso y el "dolze fare niente" pocas son las hijas de papá capaces de resisitirse a liberarse a sus más bajos instintos. Delicias de la burguesía progresista que señala los objetivos, finge ser víctima, recibe el subsidio para sus bancos, engaña a las masas y dirige el mundo...

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SE ACABÓ. Podríamos y deberíamos en un futuro seguir con esta crónica única e irrepetible de la Perfida Escuela que trajo de nuevo el Islam a al-Andalus solo para denigrarlo hasta límites que habrían hecho avergonzar al mismo Torquemada. No es fácil soportar esta prueba de contar un panorama tan oprobioso, ya habrá tiempo y gente que lo hará por nosotros en el futuro. Mientras tanto nos abrimos al vuelo del espíritu con las alas del Corán y la Sunna. Sabemos que la Verdad termina siempre por resplandecer por lo que nos conformamos con canturrear alegremente: VINCIT VERITAS OMNIA.