LA GUERRA FEMINISTA CONTRA LOS PUEBLOS INFERIORES

El feminismo empezó como una ideología supremacista  muy similar al nazismo aunque inmensamente más extraviada y cruel puesto que el chivo expiatorio del nazismo era solo una minoría religiosa, pero las feministas desde sus primeros escritos dejaron perfectamente claras sus intenciones exterminacionistas:  las mujeres por encima de los hombres, controlando y excluyendo a éstos del futuro destino de la humanidad. Para ello, ya en sus primeros tratados se solazaban acariciando el logro científico de la parterogénesis o procreación sin necesidad del macho, que supondría la drástica reducción o exterminio de la masa masculina y su sometimiento a la condición de esclavos, mediante indoctrinación en los sistemas educativos. La literatura feminista al respecto es realmente abundante en proclamas exterminacionistas y del holocausto masculino desde los primeros albores del siglo XIX hasta nuestros días. Las feministas islámicas son los mismos y las mismas que no dudan en denunciar la "crueldad" e "inhumanidad" de los castigos corporales de la Sharia musulmana para acto seguido salir de la mano con sus correligionarias feministas al  grito de "ninguna agresión sin respuesta","contra violación = castración" etc. Todo un ejemplo de su tradicional falta de coherencia y de estar abonados a la ley del embudo".

El supremacismo es pues la idea central del feminismo, que no tiene -a parte de éste- un discurso político propio. Ningún feminismo de los que han venido surguiendo alrdedor del tronco central del supremacismo femenino nace sin el amparo de una teoría política que lo inspire ni es capaz de  definirse sin su corriente originaria. No es excepción el caso del feminismo islámico, nacido al amparo de la teoría política llamada marxismo cultural, la teoría política favorita de las grandes corporaciones capitalistas y de los EEUU, ya que permite adocenar y controlar a las masas afiliadas al sistema consumista secular al tiempo que erosiona en favor de los EEUU y sus lobbys de presión a las sociedades y culturas tradicionales que se resisten a la dinámica arrolladora del imperio del progreso.

La intención de la OTAN desde el comienzo--dividir el país, asegurar los recursos energéticos--, ahora se ve que era una guerra contra Gadafi y los libios, para robarles sus recursos. No tenemos nada a favor de Gadaffi, pero todavía menos a favor de Carmen Chacón, la rica feminista del P$OE que gestiona el ministerio de la Guerra y que aparece por el Congreso regularmente solicitando dineros y ampliar el radio de acción de nuestro ejercito en la camara de nuestros "representantes", a cuya cabeza está también un feminista, rodeado de feministas que han subvencionado todos y cada uno de los congresos de feminismo islámico que gracias a estas ayudas se han realizado en nuestro país.

El feminismo radical es la ideología favorita de lo politicamente correcto, es decir del marxismo cultural, del PSOE aunque también del PP, es por eso por lo que "occidente" hace ímprobos esfuerzos por exportar al mundo islámico este pensamiento auxiliar de sus políticas supremacistas y expansionistas. Contrastando furiosamente con su realidad expansionista pro-occidental, el feminazismo islámico quiere incorporar a su farisaico discurso el adjetivo "post-colonial". Que nadie se lleve a engaño, la coletilla post-colonial solo es otro truco de feria para desinformados: dicho termino y pseudo-teoría han sido acuñados en la universidad de Berkeley, allí mismo donde el judío Marcusse acuñó los moldes de lo políticamente correcto con el financiamiento de las grandes corporaciones capitalistas. El nuevo térrmino que se quiere incorporar a nuestro neolenguaje ha sido acuñado por otro sordido cripto-judío de origen alemán, como sus hermanos de la escuela de Frankfürt: Ramón Grossfoguel (pájaro grande). Las feministas islámicas de fuera y dentro de webislam babean con el nuevo juguete ideológico con que adornar su totem anti-islamico supremacista.Y hasta le promocionaron un seminario.

Buenos bombardeos, hermanas.

A continuación una ilustrativa muestra de feminismo "poscolonial", rama mexicana:

Yan María Yaoyólotl Castro

El movimiento lésbico feminista (MLF) fue fundado en México (1977) con el fin de colocar al lesbianismo feminista como la expresión más radical de la lucha de las mujeres, así como vanguardia de la lucha sexopolítica para la abolición del patriarcado. Pero sobre todo, para coadyuvar a establecer junto con los demás sectores sociales oprimidos los cimientos de una nueva sociedad justa, misma que eliminara todo tipo de opresión social sexista, racista, clasista, imperialista entre las principales, así como también ecocida. Opresión sintetizada en el sistema económico, político y social patriarcal capitalista, llamado posteriormente globalización neoliberal (capitalismo salvaje) y actualmente neopatriarcado neocapitalista.

Semejante soflama podría  ser pefectamente asumida por el señor Prado, la señora Ndeye y Mdme Rodriguez, los únicos feministas islámicos españoles que se conocen...