cosas y de las personas; porque reconocer la naturaleza lleva -necesariamente- a referirse a sus leyes.
La necesidad argumental de negar la naturaleza, lleva a los ideólogos del mundo moderno a caer en flagrantes contradicciones y, además, a negar aspectos evidentes de la realidad. Y este es el rasgo más perverso de estas doctrinas hoy en día tan populares. Esta ideología, por sus propias limitaciones intelectuales, se suponía (¡Incautos, aquellos que así pensaron!) que no podría aspirar a salir más allá de pequeños círculos esotéricos, compuestos por "resentidos sociales", si no fuera por la utilización de una táctica de 'lavado de cerebro', al estilo sectario, pero con dimensiones globales. Esta táctica, la de manipular conciencias, se aplica utilizando los mal llamados 'medios de comunicación social" (En realidad son medios de propaganda
El teléfono es, propiamente, un medio de comunicación, porque intercomunica a dos personas; los periódicos, la radio y la televisión, son unidireccionales, de modo que no hay propiamente comunicación alguna, entre seres humanos; sino sólo propagación de ideas (propaganda), o publicidad de productos y servicios. El principal éxito de los medios, es hacernos creer que son medios de "comunicación".... socialmente'), y por supuesto, se remata la faena utilizando el sistema educativo formal. La estrategia tiene tres etapas:
a) La primera consiste en utilizar una palabra del lenguaje común, cambiándole el contenido en forma subrepticia;
b) luego, se va 'bombardeando' a la opinión pública, a través de los medios de comunicación de masas y la escuela -esto último por la mayor receptividad de los niños y los adolescentes-, utilizando la vieja palabra, pero acercándose progresivamente al nuevo significado de la misma; y
c) finalmente la gente acepta el término antiguo, con el nuevo contenido.
2 comentarios:
Así es. "Repite una mentira cientos de veces y acabará siendo verdad" era el lema de la propaganda nazi, la misma política que usan los medios de desinformación masiva a una escala planetaria. Suerte que el agujero de mi madriguera cósmica está insonorizado.
Ayer vi un documental sobre la batalla de las Termópilas. En esa célebre batalla, 300 soldados espartanos y 1000 hombres de las ciudades más próximas decidieron resistir frente a un ejercito 40 veces superior con tal de lograr que el resto del ejercito y las ciudades cercanas pudieran ser evacuados hasta posiciones de menos peligro. Sacrificaron valientemente sus vidas por el beneficio de muchos, era su educación, su valor y su aportación a la sociedad. Eliminadas todas las alternativas, el deber de enfrentarse a la muerte se acometía con la satisfacción y la alegría del trabajo bien hecho. Aquel ejemplo de virilidad incomparable ha acompañado a cientos de generaciones como una antorcha capaz de alentar esfuerzos y hazañas increibles en aras del bien común.
Nuestros antigüos eran seres extraordianarios que el hombre moderno, caricatura de ser humano, es incapaz de imaginar...
En el siglo XXI de repente, todos los hombres son unos "Maleantes" porque tienen testosterona y adrenalina, y no se echan atrás de alguien desafiando su Virilidad. Aunque se llame ministra de igüaldad.
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