RECLAMACION (POR SUPUESTO DESATENDIDA) DE LOS HOMBRES DEL SIGLO XXI:
"Ahora hay que otorgar a los padres el mismo derecho a estar en la familia
que nosotros hemos garantizado a las mujeres en el lugar de trabajo."
¿Así pues, que es lo que nos ha traído hasta este punto de la historia? ¿Cómo ha sido que quienes promovieron la agenda anti-familia han alcanzado el absoluto control de casi la mitad del panorama social en América sin que nadie se les oponga? ¿Quiénes son estas personas, y cuales son sus organizaciones?
Esto requiere mirar las raíces históricas del feminismo radical que el progresismo ideológico contemporáneo nos ha cegado. La mayoría de las gente de hoy cree que el feminismo contemporáneo simplemente emergió de ningún lugar en los años 1950 o 1960 como un movimiento dedicado a obtener "igualdad de derechos para las mujeres". Esto es inexacto.
La primera encarnación organizada del feminismo radical fue dentro del Ku Klux Klan de las Mujeres (WKKK) en los finales del 1800.
Aquí tenemos una vista general muy sencilla de la etiología detrás del período de discriminación contra los negros en 1880:
Las mujeres de WKKK andaban por ahí básicamente hablando de como eran atacadas por los hombres negros por las noches, y los hombres blancos predicaban sobre la santidad de "las mujeres blancas". Las imágenes sazonadas y cargadas sexualmente con morbosidad, junto con los deseos económicos de los propietarios de esclavos, hizo que la expansión de la violencia y la discriminación contra los negros se viera aceptable e incluso necesaria a los ojos de la opinión general. Las mujeres del WKKK consiguieron lo que deseaban motivando a los hombres con imágenes sexuales tórridas acerca de los negros, y los hombres acometieron sus sórdidas responsabilidades protegiendo la santidad de "las mujeres blancas".
Las primeras feministas radicales del WKKK también escribieron acerca de la pesada carga de la maternidad y otros temas feministas típicos acerca de los cuales leemos con frecuencia hoy. Un tema común sobre el que se remachaba era el de que las mujeres podían utilizar su poder sexual para conseguir que los hombres hicieran cualquier cosa que ellas deseasen – un tema idéntico a la ideología central del contemporáneo DIA-V impulsado por el N. O. W. con la esperanza de reemplazar el Día de los Enamorados con una oscura celebración de de misandria [odio a los hombres]. A finales de 1880, se publicó un manifiesto en Evansville, Indiana que proclamaba “ya nunca más el hombre ha de decir que en la mano de mujer descansa sólo la necesidad de mecer una cuna. Ella tiene dentro de su mano el poder de gobernar el mundo". Este, y muchos otros lemas radicales tempranos reaparecerían mágicamente en los 1960 y encontrarían popularidad entre “la gran sociedad" de la revolución feminista.
Las similitudes en el núcleo del lenguaje y la ideología entre el WKKK y el movimiento feminista, radical moderno, son notables por encima del paso del tiempo.
El WKKK fue también una base de poder mayoritario del movimiento del "Votos para las
Mujeres", aunque este hecho histórico sea de poco interés en este análisis.
Entonces, como ahora, el feminismo radical consideraba la maternidad como una opresión injusta, mientras se empeñaba rígidamente en el control familiar como un asunto de derecho biológico fundamental.
La posición final de las perspectivas radical-feministas y "bipolares" contemporáneas es en esencia que la maternidad es un ejercicio loable pero tristemente heroico de victimismo – pero es realmente loable sólo si no hay marido en la imagen (al que por supuesto se le culpe de todos los problemas de la sociedad).
A excepción de unas pocas pensadoras feministas igualitarias, que mantienen visiones algo más equilibradas (y son atacadas viciosamente por ello por las radicales); el feminismo contemporáneo convencional está indudablemente fundado en la misandria (odio a los hombres). [The Memoirs of Chief Justice Earl Warren, Madison Books, December 2001].
El WKKK tuvo más de 4 millones de miembros hacia 1925, una organización substancial en aquella época. En Indiana, un estimado 32% de mujeres blancas nativas eran “miembras” del WKKK. Su trabajo fue promulgado ampliamente a través de reuniones dentro del círculo de la Iglesia protestante, el Y.W.C.A., y una variedad de "organizaciones de lucha contra el vicio" que culpaban de todos los vicios a los hombres, pero nunca cuestionaban la parte de las mujeres en ello.
Hacia 1920, una investigación del congreso sobre el KKK concluyó que una mujer llamada
Elizabeth Tyler fue el "poder verdadero" detrás del KKK -- el gran dragón que servía como poco más que un testaferro. Tyler había logrado controlar el poder dando de comer a las debilidades de los hombres, siendo la primera proveedora de fondos del WKKK e incluso del mismo KKK.
Después de que se aceptase la decimonovena enmienda, las mujeres radicales ya no necesitarían al Klan como una plataforma de poder, y lo desocuparán en los primeros años 30.
Los que no nos crean acerca de la participación substancial del feminismo en la discriminación contra negros, a través del uso de imágenes y fantasías sexuales; y los cimientos que proporcionó al feminismo contemporáneo, deben leer el libro "Mujeres del Klan" por Kathleen L. Blee. Como parte de su resumen acerca del movimiento del WKKK, Blee concluyó: "el WKKK [creó] una ideología de género que tampoco fue fundamentalmente reaccionaria ni progresista. Más bien, el Klan de las mujeres fue contradictorio: un movimiento reaccionario, basado en el odio con momentos progresivos". (Los que estudian el orden del día, las actividades y la metodología del feminismo radical contemporáneo - que transfirió el odio a los hombres negros por el odio a todos los hombres – tienen pocas elecciones para no llegar a una conclusión semejante).
Un crítico del libro escribió este resumen del libro de Blee: "El significado de" Mujeres del Klan" descansa no en su celebración algo exaltada de principios feministas, sino, que documenta minuciosamente un linaje directo entre el Ku Klux Klan de las Mujeres y el movimiento feminista radical tal como existe hoy. El libro aporta de una gran variedad de documentos históricos, de cartas, y de entrevistas frente a cámara que el autor grabó con las mujeres más viejas que todavía vivían en aquel momento en que el libro fue escrito.
¿Fue el sexismo un conductor verdaderamente poderoso del racismo? ¿Es esto solo una teoría? No. Este hecho es evidente, a través del pensamiento relativamente-contemporáneo de un respetado Presidente de los Estados Unidos, Dwight D. Eisenhower.
El Presidente de la Corte Suprema Earl Warren había sido invitado a una cena de la Casa Blanca durante el tiempo en que el Tribunal Supremo de los EEUU deliberaba respecto a Brown versus el Consejo de Educación (Board of Education). Dwight D. Eisenhower hasta cierto punto animó a Warren a apoyar la continuación de la segregación en la escuela. Earl Warren captó la creencia de Eisenhower en sus memorias. Por favor noten que la declaración de Eisenhower se funda en el sexismo, y directamente reproduce la directiva de Klan de "proteger la virtud de mujeres blancas".
"El presidente me tomó por el brazo, y mientras seguíamos andando, hablando del los estados del sur en los casos de segregación, él dijo 'Estas no son personas malas. Todo de lo que se preocupan es por ver que a sus dulces niñas no se les obliga a sentarse en la escuela al lado de unos grandes y superdesarrollados negrazos.
Esto requiere mirar las raíces históricas del feminismo radical que el progresismo ideológico contemporáneo nos ha cegado. La mayoría de las gente de hoy cree que el feminismo contemporáneo simplemente emergió de ningún lugar en los años 1950 o 1960 como un movimiento dedicado a obtener "igualdad de derechos para las mujeres". Esto es inexacto.
La primera encarnación organizada del feminismo radical fue dentro del Ku Klux Klan de las Mujeres (WKKK) en los finales del 1800.
Aquí tenemos una vista general muy sencilla de la etiología detrás del período de discriminación contra los negros en 1880:
Las mujeres de WKKK andaban por ahí básicamente hablando de como eran atacadas por los hombres negros por las noches, y los hombres blancos predicaban sobre la santidad de "las mujeres blancas". Las imágenes sazonadas y cargadas sexualmente con morbosidad, junto con los deseos económicos de los propietarios de esclavos, hizo que la expansión de la violencia y la discriminación contra los negros se viera aceptable e incluso necesaria a los ojos de la opinión general. Las mujeres del WKKK consiguieron lo que deseaban motivando a los hombres con imágenes sexuales tórridas acerca de los negros, y los hombres acometieron sus sórdidas responsabilidades protegiendo la santidad de "las mujeres blancas".
Las primeras feministas radicales del WKKK también escribieron acerca de la pesada carga de la maternidad y otros temas feministas típicos acerca de los cuales leemos con frecuencia hoy. Un tema común sobre el que se remachaba era el de que las mujeres podían utilizar su poder sexual para conseguir que los hombres hicieran cualquier cosa que ellas deseasen – un tema idéntico a la ideología central del contemporáneo DIA-V impulsado por el N. O. W. con la esperanza de reemplazar el Día de los Enamorados con una oscura celebración de de misandria [odio a los hombres]. A finales de 1880, se publicó un manifiesto en Evansville, Indiana que proclamaba “ya nunca más el hombre ha de decir que en la mano de mujer descansa sólo la necesidad de mecer una cuna. Ella tiene dentro de su mano el poder de gobernar el mundo". Este, y muchos otros lemas radicales tempranos reaparecerían mágicamente en los 1960 y encontrarían popularidad entre “la gran sociedad" de la revolución feminista.
Las similitudes en el núcleo del lenguaje y la ideología entre el WKKK y el movimiento feminista, radical moderno, son notables por encima del paso del tiempo.
El WKKK fue también una base de poder mayoritario del movimiento del "Votos para las
Mujeres", aunque este hecho histórico sea de poco interés en este análisis.
Entonces, como ahora, el feminismo radical consideraba la maternidad como una opresión injusta, mientras se empeñaba rígidamente en el control familiar como un asunto de derecho biológico fundamental.
La posición final de las perspectivas radical-feministas y "bipolares" contemporáneas es en esencia que la maternidad es un ejercicio loable pero tristemente heroico de victimismo – pero es realmente loable sólo si no hay marido en la imagen (al que por supuesto se le culpe de todos los problemas de la sociedad).
A excepción de unas pocas pensadoras feministas igualitarias, que mantienen visiones algo más equilibradas (y son atacadas viciosamente por ello por las radicales); el feminismo contemporáneo convencional está indudablemente fundado en la misandria (odio a los hombres). [The Memoirs of Chief Justice Earl Warren, Madison Books, December 2001].
El WKKK tuvo más de 4 millones de miembros hacia 1925, una organización substancial en aquella época. En Indiana, un estimado 32% de mujeres blancas nativas eran “miembras” del WKKK. Su trabajo fue promulgado ampliamente a través de reuniones dentro del círculo de la Iglesia protestante, el Y.W.C.A., y una variedad de "organizaciones de lucha contra el vicio" que culpaban de todos los vicios a los hombres, pero nunca cuestionaban la parte de las mujeres en ello.
Hacia 1920, una investigación del congreso sobre el KKK concluyó que una mujer llamada
Elizabeth Tyler fue el "poder verdadero" detrás del KKK -- el gran dragón que servía como poco más que un testaferro. Tyler había logrado controlar el poder dando de comer a las debilidades de los hombres, siendo la primera proveedora de fondos del WKKK e incluso del mismo KKK.
Después de que se aceptase la decimonovena enmienda, las mujeres radicales ya no necesitarían al Klan como una plataforma de poder, y lo desocuparán en los primeros años 30.
Los que no nos crean acerca de la participación substancial del feminismo en la discriminación contra negros, a través del uso de imágenes y fantasías sexuales; y los cimientos que proporcionó al feminismo contemporáneo, deben leer el libro "Mujeres del Klan" por Kathleen L. Blee. Como parte de su resumen acerca del movimiento del WKKK, Blee concluyó: "el WKKK [creó] una ideología de género que tampoco fue fundamentalmente reaccionaria ni progresista. Más bien, el Klan de las mujeres fue contradictorio: un movimiento reaccionario, basado en el odio con momentos progresivos". (Los que estudian el orden del día, las actividades y la metodología del feminismo radical contemporáneo - que transfirió el odio a los hombres negros por el odio a todos los hombres – tienen pocas elecciones para no llegar a una conclusión semejante).
Un crítico del libro escribió este resumen del libro de Blee: "El significado de" Mujeres del Klan" descansa no en su celebración algo exaltada de principios feministas, sino, que documenta minuciosamente un linaje directo entre el Ku Klux Klan de las Mujeres y el movimiento feminista radical tal como existe hoy. El libro aporta de una gran variedad de documentos históricos, de cartas, y de entrevistas frente a cámara que el autor grabó con las mujeres más viejas que todavía vivían en aquel momento en que el libro fue escrito.
¿Fue el sexismo un conductor verdaderamente poderoso del racismo? ¿Es esto solo una teoría? No. Este hecho es evidente, a través del pensamiento relativamente-contemporáneo de un respetado Presidente de los Estados Unidos, Dwight D. Eisenhower.
El Presidente de la Corte Suprema Earl Warren había sido invitado a una cena de la Casa Blanca durante el tiempo en que el Tribunal Supremo de los EEUU deliberaba respecto a Brown versus el Consejo de Educación (Board of Education). Dwight D. Eisenhower hasta cierto punto animó a Warren a apoyar la continuación de la segregación en la escuela. Earl Warren captó la creencia de Eisenhower en sus memorias. Por favor noten que la declaración de Eisenhower se funda en el sexismo, y directamente reproduce la directiva de Klan de "proteger la virtud de mujeres blancas".
"El presidente me tomó por el brazo, y mientras seguíamos andando, hablando del los estados del sur en los casos de segregación, él dijo 'Estas no son personas malas. Todo de lo que se preocupan es por ver que a sus dulces niñas no se les obliga a sentarse en la escuela al lado de unos grandes y superdesarrollados negrazos.
Otro trabajito más del reverendo Profesor Rahmanicus.
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