Sucesivas y embravecidas oleadas de alumnos de la Escuela se formarían en Córdoba o en la nueva delegación de Granada con el expreso propósito de viajar al Magrib, al Golfo, a Singapour o Malasya en busca del preciado billete verde. Los estudios constaban de un breve resumen de fundamentos islámicos, una visión poética de al-Andalus, el manual de "La pobre víctima desamparada" de Raquel ben Gurión y 10 clases prácticas en un taberna cordobesa impartidas por acreditados jóvenes profesionales jubilados cercanos al flamenco que incluían nociones de don de gentes, atrezzo, maquillaje y sevillanas.
Algunos alumnos que desde un principio destacaron por sus excepcionales aptitudes recibieron in situ clases magistrales de bandolerismo y restauración de trabuco en las inmediaciones de la serranía, pero la dificultad de seguimiento y el absentismo tanto del alumnado como del profesorado hicieron desechar la idea de repetir este área de enseñanza optativa a las siguientes promociones.
Aprovechamos para desmentir el bulo de que formaba parte de las pruebas de acceso a la Escuela el saber rular un porro en menos de 2 minutos, ya que nunca se establecieron pruebas selectivas. Lo que algunos alumnos hicieran a la salida de las clases está fuera absolutamente de las enseñanzas de dicha Escuela de Subvencionados, que como todo el mundo sabe aboga por la libertad, la justicia,la libre disposición, el laicismo y los derechos humanos y la observancia y estricta obediencia a las resoluciones de la Organización de las Naciones Unidas.
El colectivo de conversos pobres acabó bastante decepcionado viendo que los proyectos que les habían prometido en un histórico panfleto titulado "Islam Futuro" quedaban en agua de borrajas a pesar de la incesante financiación religiosa. ¡Como si el dinero diera para tanto! Pero como rápidamente explicó uno de los auto-proclamados líderes mejor formado; "Camaradas: Churchill, un genio de la política y del pragmatismo ha dejado bien establecido en una de sus obras imprescindibles y que ya os dejaré para que la leáis, que las promesas electorales se hacen precisamente para no cumplirse. ¡Allah Hu Akbar!" con lo que parece que estos viejos troskistas "conversos" se quedaban bastante conformes (quizás dejaron el Islam, no tenemos certeza absoluta) o en su defecto se matriculaban inmediatamente en la escuela de Subvencionados de Córdoba que a causa de la ingente demanda de plazas, a punto estuvo de convertirse en Universidad Islámica.
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