Somos aprendices. Sería una ilusión querer saberlo todo. Todos los humanos nos equivocamos, y siempre hay alguien que puede corregirnos, moderarnos e incluso proporcionarnos una lección.
Ayer desmentíamos que la ocupación de Palestina estuviera motivada por un conflicto racial, sino que el motivo era religioso y aún éste, matizado por la interpretación que hace el sionísmo de la religión de Moisés (a.s.). El sionismo, desde un principio, interpretó la religión judía como un precedente del socialismo que profesaban sus ideólogos. El sionismo nace pues como un movimiento socialista, tal como atestiguan las evidencias, que como tal buscaba una tierra donde florecieran las ideas humanistas e igualitarias del socialismo decomonónico y para lograr tan elevados fines, bien se podían ocupar unas tierras en el medio de un desierto en beneficio del logro de la paz (salom), la solidaridad humana (socialismo) y la ciencia (la modernidad) bajo -naturalmente- una constitución de corte occidental (laica). Por eso el enfasis de los primeros emigrantes sionistas en Palestina era la ocupación de la tierra bajo la forma comunal del kibutz. El sionismo fue la traduccion secular en clave socialista de los ideales extraídos de la Torá (el Pentateuco) tal como en nuestros días realiza Abdennur Prado con la revelación islámica.
Dijimos también que los palestinos deberían de tener tanta o más sangre judía que los judíos, en gran parte mestizos, retornados de la diáspora de la ciudad de Jerusalem. También dijimos que la diáspora era de la ciudad de Jerusalem y no de toda Palestina. Esperamos no haber cometido ningún error de apreciación histórica. Estamos abiertos a retractarnos si la información que aportamos es incompleta, pero de momento queremos documentar con los pobres medios con los que contamos. Esperemos que sea de su agrado.
Después de la primera revuelta judía y durante cerca de 60 años la ciudad de Jerusalén quedó casi totalmente deshabitada. Es muy poco lo que sabemos acerca de lo ocurrido en Jerusalén entre la primera y la segunda revuelta. Probablemente hacia el 130 d. C. el emperador Adriano tomó la decisión de transformar Jerusalén en una ciudad romana, construyendo en ella un templo dedicado a Júpiter Capitolino. Anteriormente se publicó un decreto imperial que prohibía la circuncisión en todo el imperio como práctica considerada bárbara, mientras que para los judíos era la señal de pertenencia al pueblo elegido. Todo ello unido a las revueltas judías que habían tenido lugar en Cirene, Alejandría y Chipre durante el reinado de Trajano, sofocadas con dureza, y el insulto que suponía para los judíos que el impuesto pagado anualmente para el templo se destinara al templo de Júpiter Capitolino en Roma, suscitó un ambiente en el que floreció la segunda revuelta judía, que estalló en el 132 d. C.
El cabecilla de esta revuelta era un tal Simón, al que se apodó Bar Kokhba (en arameo, "hijo de la estrella", en referencia al texto de Núm 24, 17). Muchos lo consideraron realmente como el Mesías.
Como en la primera revuelta, los romanos fueron cogidos por sorpresa, lo que permitió que la revuelta cosechara notables éxitos iniciales. También en este caso la represión romana fue durísima: se habla de 850.000 muertos y numerosas personas reducidas a esclavitud. Los romanos lograron sofocar totalmente la revuelta en el 135 d. C., tres años y medio después de su inicio.
Jerusalén fue transformada en colonia romana, con el nombre de Aelia Capitolina. La fundación fue acompañada por el trazado de un nuevo plan urbano, que ignoró totalmente los rasgos de la ciudad que la precedió. A los judíos se les prohibió la entrada. Sólo en el siglo IV el emperador Constantino concederá a los judíos ir a Jerusalén una vez al año, el 9 del mes de Ab (julio-agosto), día en que se conmemora aún hoy la ruina de la ciudad, día en el que se llora sobre las ruinas del templo en el lugar conocido como "Muro de las Lamentaciones". >>
Es decir que, alrededor de Aelia Capitolina (la antigüa Jerusalem) quienes habitaban las tierras conocidas como Palestina, eran al menos en gran parte judíos, que habían sido expulsados de Jerusalem para que abandonaran el Templo y con ello tornaran el objeto de su adoración hacia los dioses romanos.
Los españoles podemos hacer memoria y recordar cómo, tras la toma de cada ciudad de al-andalus por parte de los ejercitos cristianos, la ciudad antigua era tomada, poblada y transformada por los cristianos, especialmente la mezquita aljamia mientras que la población musulmana se trasladaba a vivir a los arrabales.
El plan urbano de Aelia Capitolina era el de una ciudad romana típica, en donde las calles principales se entrecruzan formando un rectángulo. La calle principal, flanqueada por filas de columnas y con tiendas, tenía cerca de 22 m de ancho (el equivalente a una carretera actual de seis carriles). El Cardus Maximus acababa en el área de la actual calle de David.
La ciudad se construyó sin murallas,[2] y una guarnición de la Legión X, la Legio X Fretensis fue la encargada de protegerla durante el resto del período romano. El destacamento acampó sobre la colina occidental, y era responsable de evitar que los judíos volviesen a la ciudad.
"Aelia" deriva del nombre propio de Adriano, Aelius, mientras que "Capitolina" significa que la ciudad nueva se dedicaba a Júpiter, cuyo templo en Roma se encontraba en la Colina Capitolina, y al que se levantó un templo sobre las ruinas del Templo judío.
El nombre latino Aelia es el origen etimológico del término árabe Iliya (إلياء), el antiguo nombre islámico para Jerusalén hasta que se impuso el de Al-Quds (القدس), lo sagrado.
El plan urbano de Aelia Capitolina era el de una ciudad romana típica, en donde las calles principales se entrecruzan formando un rectángulo. La calle principal, flanqueada por filas de columnas y con tiendas, tenía cerca de 22 m de ancho (el equivalente a una carretera actual de seis carriles). El Cardus Maximus acababa en el área de la actual calle de David.
La ciudad se construyó sin murallas,[2] y una guarnición de la Legión X, la Legio X Fretensis fue la encargada de protegerla durante el resto del período romano. El destacamento acampó sobre la colina occidental, y era responsable de evitar que los judíos volviesen a la ciudad.
"Aelia" deriva del nombre propio de Adriano, Aelius, mientras que "Capitolina" significa que la ciudad nueva se dedicaba a Júpiter, cuyo templo en Roma se encontraba en la Colina Capitolina, y al que se levantó un templo sobre las ruinas del Templo judío.
El nombre latino Aelia es el origen etimológico del término árabe Iliya (إلياء), el antiguo nombre islámico para Jerusalén hasta que se impuso el de Al-Quds (القدس), lo sagrado.
Rogamos nos corrijan si nos hemos equivocado en algo.
6 comentarios:
Gracias Profe.
Estas palabras suyas del incio del post me vuelven el alma al cuerpo, siempre conviene una gota de humildad. Soy incondicional suyo y lo sigo desde siempre, divirtiéndome mucho. Fiera cuña que le metieron en el blog. Esa gente no son improvisados ni meros legos, parecen espaderos de alto vuelo. Y aunque siembran dudas y metan un poquillo de miedito no afloje Profe, siga estimilándonos.
Un palmeton de manos
meditando entrar al Islam
José
De nada José,
Me alegra mucho escuchar que le gusta y se divierte con el blog. Alegra el corazón escucharte decir que eres un incondicional, no me esperaba esto. Gracias de verdad-verdad.
Lo único que intentamos hacer y cuando lo hacemos lo hacemos con toda humildad, es documentarnos. Lo que no pueden decir nuestros enemigos, que de momento -créame-ni pinchan ni cortan.
Ojalá entre usted al Islam. Allah nos bendecirá por ello y usted recibirá todas Sus bendiciones.
Un fuerte abrazo
José bienvenido y mas tarde, mejor venido de vuelta....
Este tema me encanta y quisiera añadir otra gotita histórica al tema iniciado por el profe.
El tema de las doce tribus de Israel es totalmente falso, ya que nunca fue cierto ni existió tal contexto. El motivo es que eso era una referencia a la gran variedad de tribus semitas o no que fueron unificadas bajo el emblema del monoteísmo, en ellos se incluían los caldeos que ya vivían y siguieron viviendo en Palestina y un largo etc.
Lo que indica que cada tribu tenía su propia prehistoria independiente del montaje Israel de la conquista de Palestina u ocupación por esos pueblos bien distintos...
Me gusta el tema y veo en el la posibilidad de que "conociendo el pasado se entiende el futuro" (o algo así).
Los hebreos formaban parte de la emigración de los sin tierra, eran Arameos en mayoría, fueron parias que viajaban en busca de un mendrugo de pan y ocupaban cualquier trabajo bajo, o bajo la mili de algun príncipe (mercenarios). Se les llamaban los Habiru y se encuentran referencias en las tablillas de Mari, en Mesopotamia
>>Los habiru han efectuado una razia de Luhaiaki...<<
Y en Egipto Ramses II (1301-1234) hablaba del papel de los habiru en los trabajos pesados de avituallamiento al ejército y de acarreamiento de piedras.
y un larguísimo etc....Parece ser que estos personajes llamados mas tarde judíos (en referencia a la común religión y cultura adoptada) siempre fueron algo dichachareros...
Salam Alekum
Aporto algo:
Los habiru (semitas) eran un conglomerado de diferentes etnias nómadas entre ellos amorreos y arameos, desde Egipto se les llamó "El alzamiento de los bribones" porque se amotinaron y junto a ellos toda clase de pillos etnias diferentes etc.
en esas épocas en Jerusalen vivían los jebuseos junto a los hijos de Benjamín, al que el propio David (dos siglos mas tarde) nunca expulsó, al igual que a los cananeos ya que el Libro de los Jueces afirma: """Los cananeos continuaron viviendo en este país, pero cuando Israel se hizo fuerte, impuso cargas a los mismos"" (I, 27-28)
Ya vemos la mezcolanza cultural, racial y de todo que han tenido desde siempre los judíos.
salama
Salam Alekum
Aporto algo:
Los habiru (semitas) eran un conglomerado de diferentes etnias nómadas entre ellos amorreos y arameos, desde Egipto se les llamó "El alzamiento de los bribones" porque se amotinaron y junto a ellos toda clase de pillos etnias diferentes etc.
en esas épocas en Jerusalen vivían los jebuseos junto a los hijos de Benjamín, al que el propio David (dos siglos mas tarde) nunca expulsó, al igual que a los cananeos ya que el Libro de los Jueces afirma: """Los cananeos continuaron viviendo en este país, pero cuando Israel se hizo fuerte, impuso cargas a los mismos"" (I, 27-28)
Ya vemos la mezcolanza cultural, racial y de todo que han tenido desde siempre los judíos.
salama
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