

Pues bien, estos arrogantes "analistas" se atreven en su acción profanadora, intentando saber más que los eruditos islámicos - tiene gracia la cosa - cuestionar la fidedigna transmisión de la revelación coránica. Solo a modo de ejemplo y puesto que nos viene al tema que tratamos de dilucidar, vemos que el "Ayat" antes citado es de la Surat 33 y el número de ella el 40. En efecto, el número 33 es tradicionalmente la edad a la que Sayydina 'Isa* Jesucristo fue ascendido y al mismo tiempo es la edad de la gente del Paraíso. Observamos en esta Sura varias "Ayats" reveladoras para nuestro asunto y que nos desvela el orden secreto que se halla en el Sagrado Corán. Por ejemplo las Ayats 4-7 dicen:
4. Allah no puso dos corazones en el interior del hombre, ni hizo que vuestras esposas repudiadas fueran vuestras madres ni que vuestros hijos adoptivos fueran hijos vuestros...
5. Es más justo ante Allah que (a vuestros hijos adoptivos) les llaméis con los nombres de sus padres pero si no conocierais a sus padres... Son vuestros hermanos en la Creencia y vuestros compañeros.
6. El Profeta, para los creyentes, está antes que ellos mismos; y sus esposas son madres para ellos. Y aquellos a los que les unen lazos de consanguinidad son antes los unos para los otros, en el libro de Allah, que los demás creyentes y los que emigraron, sin excluir lo que de bien hagáis a vuestros amigos.
Esto está escrito en el Libro.
7. Y cuando hicimos que los Profetas aceptaran su compromiso. El tuyo, el de Nuh, el de Ibrahim, el de Musa y el de Isa hijo de Maryam les hicimos aceptar un compromiso firme.
A los 40 años descendió la Revelación sobre el Profeta Mohammad* y la misma cifra es la equivalente a la letra "mim", inicial del nombre del Enviado de Dios. A través de la relación significativa entre estas dos cifras 33 y 40 se pueden explicar no solo las causas de una vivencia del complejo paterno patológica por parte de los discípulos de un maestro, si no que al mismo tiempo tiene una lectura más amplio en la colectividad occidental-cristiana. El número 33, como antes hemos dicho, es la edad de las gentes del Paraíso celestial y este es un símbolo de la vuelta al Estado Primordial: la recuperación del Estado Adámico, por eso encontramos en el Sagrado Corán el Ayat que dice que Adam y Jesús* son similares, en cuanto Adam* no tuvo padres y Jesús* solo madre. Entre otras muchas más explicaciones, que son magistralmente expuestas por Shayj al Akbar Ibn Arabi en el libro "Fuyus al-Hikam" (Engarce de la Sabiduría) en el capítulo sobre Jesús*, observamos una de ellas fundamental para nuestra exposición. Esta tiene que ver con las "generaciones de los dioses antiguos" y la "divinización de la consanguinidad". Observamos claramente en las ayats antes mencionadas de la Sura 33, que de alguna manera se quiere dejar claro en que lugar se sitúan las relaciones consanguíneas a todos los niveles. Desde una perspectiva estrictamente Coránica, no somos hijos del Profeta, ni hijos de Dios y por lo tanto no es adecuado designar al Profeta como nuestro padre, y aún menos a Dios, altísimo sea. Es difícil no ver aquí el error de perspectiva típicamente "cristiano" y las consecuencias de éste culminando en la modernidad.

Parece ser que las palabras evangélicas referentes al "...dioses sois" han sido aplicadas literalmente por entidades demiúrgicas, por los "monos" de Dios que intentan precipitar a la humanidad y a toda la tierra en el abismo de su locura ególatra. Lógicamente dicho proceder es fruto de la ignorancia y la rebeldía, y en la visión del conocimiento coránico es el claro resultado de la rotura del "ADAB", del modelo correcto de comportamiento con la Realidad. Se puede ver aquí una enajenación y un desencaje en el orden del conocimiento que conduce al sufrimiento por una incapacidad básica de reconocimiento del MODELO COMPLETO DEL CONOCIMIENTO EXISTENCIAL Y DIVINO EXPRESADO EN EL SAGRADO CORÁN. Si Sayydina Adám* - como está relatado en los Libros Revelados- tiene la capacidad de nombrar a todo el orden racional, en sus nombres verdaderos con toda la sabiduría que esto implica; la situación inversa será la pérdida de la capacidad de nombrar las cosas, confundiéndolas y tomándolas por otras con el extravío y la desorientación que de ello se deriva. Este es el estado actual del mundo, el de una ilusión: el de una pesadilla donde el caos reina sin ningún orden cuerdo: donde las cosas no pueden ser objetivadas correctamente.

2 comentarios:
Las feministas islámicas deberían empezar por hacer honor a su apellido cumpliendo con el islam en su dimensión externa (sharí'a), y es que tengo entendido que en sus congresos los machos y las hembras hacen el salat arrebujaos y una mujer hace de imam de todo el conglomerado mixto de creyentes y creyentas. Señoras feministas islámicas, sin sharí'a no hay haqiqa, esto es básico basiquísimo.
Se la repanfifla, se la trae floja, su libro es DAS KAPITAL y sus mecenas son los Rockefeller y los Kissinger y su quibla el odio al hombre y al apatriarcado. No tienen ni idea de Islam ni les preocupa. Estas chicas son muy modernas y están demasiado "evolucinadas" como para reparar en leyendas de viejos. Ellas interpretarán correctamente el Corán, ya verás.
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