Dicha situación produce un impacto tan sorprendente en cualquier observador mínimamente cuerdo que entendemos perfectamente las apasionadas palabras de los Evangelios cuando Jesús (a.s.) advirtió del peligro de "corromper la sal", cuando los "sufíes" deben ser la "sal de la tierra". Recordemos que por el lado externo de las Religiones de pretendida "ortodoxia", o sea las Religiones oficiales, las fuerzas oscuras desintegradoras han hecho una mella evidente, con las consecuencias desastrosas que ésta ha tenido para una humanidad que no puede creer en una Religión materialista, que es la presentación que pretenden inculcar sus representantes. Este es un tema más que zanjado para los agentes encubridores de la Verdad; la batalla real que se disputa ahora es acabar con el corazón de la Religión, y como el esoterismo o el conocimiento metafísico es un conocimiento vedado para estas fuerzas, sólo pueden afectar a las manifestaciones humanas de aquellos que, sean verídicos o no, pretenden seguir las vías metafísicas.
Y en este campo de batalla nos encontramos con agrupaciones que se organizan en cuatro tendencias, que en realidad en lo referente al Sufismo son tres.
A saber:
1) Sufismo místico, de carácter obsesivamente religioso.
2) Sufismo tergiversado de doble expresión.
3) Pseudo-sufismo tergiversado, contra-iniciático y de corte New Age.
4) Sufismo Real, auténtico y tradicional.
La tendencia 1, correspondiente al sufismo místico ya ha sido en parte desarrollada en las primeras páginas del presente artículo, pero en resumen, constituye la tentativa de suavizar en occidente la expresión fallida de un enfoque islámico rígido, sin espíritu e insoportable incluso para aquellos que lo practican. Lamentablemente para la mayoría de los que practican esta senda, los valores positivos como la universalidad, tolerancia y trascendencia (tan caros del sufismo) no pasan de ser meras palabras. Estos grupos fundamentalmente "religiosos" utilizan el sufismo para sus fines "proselitistas", resultando finalmente una parodia de la Gente del Sendero.
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