Para vivir mediocremente de la subvención y de chupar las nalgas del sistema liberal bancario nacido en el siglo de las luces luciferinas es necesario cultivar una ideología absolutamente vulgar y acomodaticia, genéticamente programada, sin sabor, aroma ni color, pero cálida y segura como una evacuación intestinal. Ahora resulta que para nuestros sabios andalusís del siglo XXI, la religión, los derechos humanos y el laicismo son sinérgicos e interdependientes. Les ha faltado añadir la cuarta pata de la mesa sinergética: la subvención.
Sin embargo de toda la vida de Allah Todopoderoso se sabe que el conflicto es la base del orden del mundo. La filosofía présocratica, básicamente organizada en torno a la aceptación de la vida, de sus leyes, y más generalmente en torno a la idea de armonía con la naturaleza y el cosmos, consideraba el conflicto como principio creativo y lo constituía como polo de toda una concepción-del-mundo.
Tales intuiciones son corroboradas hoy en día por el conjunto de las ciencias contemporáneas: la astrofísica explica el mundo por el concepto de "lucha energética", la etología y la genética hacen hincapié en la agresividad inter -e intraespecífica como elemento capital de la filogenesis, la sociología ve en el conflicto uno de los motores de la organización social, la polemología reconoce a la guerra un estatuto fundamental en la dinámica de las civilizaciones.
Ahora bien, la gran característica de la concepción cristiana del mundo es la negación del conflicto y por tanto según algunos, de la vida en general. Tiene que ser desde ese punto de vista cristiano que el "sabio" Abdullahi a. An-Na'im encuentra sinergias donde nunca las hubo. En la medida en que la civilización occidental, en tanto que secularización del cristianismo, desea en su proyecto global evitar el conflicto en todas sus formas, se puede decir que combate uno de los primeros principios de toda vida. Fin de las guerras, fin de la lucha de clases (el marxismo solo concibe la suya como la "última" antes de la implantacion de la sociedad sin clases), fin de las tensiones sociales y selecciones: el proyecto occidental parece un mortífero fin de toda cosa. Organizar la pacificación general de la humanidad, o solo reconocer como única forma legítima del conflicto la competencia comercial del liberalismo es, por otra parte, predicar para las sociedades humanas una "supranaturaleza" de carácter antivital, es querer construir un hombre "prometeico" que escaparía a la ley biológica y "cósmica" del conflicto. Eso es precisamente el propósito de la última gran estrella del sistema liberal materialista, el feminismo de género institucional, eliminar las tensiones inherentes a la desigualdad sexual, "erradicar definitivamente" la violencia, las diferencias, aquellas cosas que es imposible erradicar pues son consustanciales a la naturaleza humana tal como Allah la ha creado. Su propósito es pues negar la humanidad del hombre. Lo normal cuando se niega el Imperio de nuestro Creador.
Desde hace algunas décadas, en los medios de comunicación, la confrontación se redujo considerablemente. La sátira virulenta se hace rara y nula; la critica y el ataque no forman ya parte de las costumbres admitidas. La amonestación mas pequeña es objeto de denuncias por difamación. La esfera donde se ejercen los discursos públicos quiere ser, a imagen del universo de la publicidad comercial, "agradable", "humana", etc. La desaparición de la legitimidad del conflicto en los medios de comunicación corresponde a la hegemonia de un academicismo humanitario que dicta todos los discursos. El miedo a todo conflicto, el sueño del fraternalismo no corresponden por otra parte a sentimientos "comunitarios", sino a un profundo egoísmo. Se trata "efectivamente" de ser como todo el mundo, pero al mismo tiempo de preservar su hedonismo individual. Se substituyó al polo altruismo/combate, característica del psiquismo comunitario, con el polo egotismo/universalismo pacífico. Mientras que una mentalidad agonal se realiza al mismo tiempo, generalmente, porque el verdadero altruismo hacia el prójimo es siempre poco numeroso, los pacifismos y los fraternalismos humanitarios modernos son caracteristica de individuos profundamente "aburguesados", es decir, muy penetrados de la mentalidad del consumidor y el homo economicus calculador. La moral comercial del interés justifica por otra parte el temor al conflicto y un fraternalismo general cuyo verdadero fundamento no es ético, sino económico, es decir, en tanto se cree que el conflicto perturba el curso normal de la comodidad individual y del "bienestar" garantizados por la tecnocracia.
La democracia tecnócratica [virtual] quiere ser entonces "consensual" y pretende substituir los antagonismos ideológicos y las luchas políticas con una homogeneidad, basada no en la "persuasión" (es decir, sobre la victoria de una opinión sobre otra luego de una confrontación), sino sobre la neutralidad de la administración técnica de las cosas. Neutralidad imposible dadas las titánicas tensiones entre las distintas fuerzas económicas de un mercado que ignora voluntariamente el fiqh del comercio. Políticamente se trata de los ideales decimonónicos de los derechos humanos y el laicismo. Eso es lo que nos aporta el último sabio feminista de webislam: "El futuro de la sharia es el estado laico".
El orden no es más que una consecuencia dinámica de los desórdenes, cada uno los cuales generan un orden que pronto es destruido. Al no hacer caso de este "principio de orden" y al descuidar la fecundidad del desorden conflictual, la democracia tecnócrata que tanto aman los paniaguados y subvencionados súbditos del sistema webislámico no hará cesar el conflicto (así como el igualitarismo no pondra término a las desigualdades), sino que, al contrario se prepara a convertirse en su víctima. Para dominar el hecho conflictual, es necesario no solamente admitirlo, sino integrarlo. Los dos conceptos relacionados de la evolución y el conflicto, al contrario, son disociados por las ideologías del progreso y el desarrollo. La entropía, característica del mundo actual y su civilización mundial, es la consecuencia de ese progresismo cuyas principales finalidades es eliminar de la escena de la historia las competiciones entre los pueblos, las confrontaciones políticas y geopolíticas, las divergencias culturales y religiosas. En definitiva, el resultado de la experiencia progresista para el Islam no será muy diferente de lo que supuso para el cristianismo: el fin de toda espiritualidad y de todo principio superior bajo la omnipresencia de la religión laica. Pero aparece también una demagogia diferencialista que solo preve las pluralidades bajo el ángulo popular de la cohabitación no competitiva, de la suma igualitaria de sectores yuxtapuestos [El ecumenismo humanoderechista presidido por el cristianismo, mejor aún si es por la telogía marxista de la revolución]. La pluralidad verdadera, viva, es, al contrario, un campo de oposiciones, estrategias contrarias, antagonismos, o cuanto menos de respeto interior.
Es interesante constatar que nuestra civilización vivió los conflictos más fatales cuando éstos eran causados por las religiones o las ideologías universalistas, humanitarias, pacifistas, etc. Los monoteísmos del Amor absoluto o del fraternalismo dogmático han dado lugar, clásicamente, al fanatismo belico. Cuando el enemigo es el enemigo absoluto, el no hombre, el "promotor de guerra", el último culpable a eliminar antes de alcanzar la paz universal, un esquema comun por ejemplo al cristianismo y al comunismo, el conflicto se convierte en una cruzada fatal [por ejemplo la Yihad de Género]. Ya lo vivimos en España con la expulsión de los moriscos, cien años de guerras contra los carlistas y una guerra civil. Las guerras de religiones y los genocidios del siglo XX fueron frutos del cristianismo o las ideologías que derivan de él. Dieron lugar en la historia a más guerras y destrucciones de poblaciones que los sistemas políticos y religiosos que ignoraban el humanismo igualitario y que reconocían todo conflicto como legítimo. Las guerras más ásperas de nuestro tiempo son fruto directo de la conjunción de visiones del mundo que proponen como finalidad la realización de un mundo de fraternidad absoluta, de Resolución definitiva de antagonismos, y que colocan a la felicidad individual en la cumbre de su escala de valores. Es el caso de la Declaración de Independencia (Filadelfia, 4 de julio de 1776) modelo precursor de la Declaración de los derechos humanos por el liberalismo triunfante tras la II Guerra Mundial. Allí encontramos la formula reveladora: "consideramos como verdades evidentes que los hombres nacen iguales, que son dotados por su Creador con ciertos derechos inalienables, entre estos están la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad (individuales): que se instituyó a los Gobiernos para garantizar esos derechos". Esta es la visión oficial liberal decimonónica y cristiana de los pseudo intelectuales islámicos del siglo XXI [la declaración de los derechos humanos]. Por ella se autoriza con complacencia el asesinato programado de indefensos niños por nacer, o el asesinato de seres humanos que gozan de sus últimos años de existencia, para garantizar la libertad individual. También para que las mujeres puedan vestir minifalda en Afganistán. Cuesta creer que ya en tiempos del Código de Hamurabi se abogaba por los derechos del por nacer mientras que en el paraíso de los derechos humanos las víctimas del aborto y de la eutanasia no tienen un día semejante al día de la mujer trabajadora o del orgullo gay. Una mayor tolerancia se observa, al contrario, en las ideologías que colocan en la cumbre de su escala de valores al grupo y su voluntad de poder. ¿Y hoy día, nos hemos olvidado de que solo "el equilibrio del terror", es decir, la creencia en la posibilidad del conflicto y la determinación de llevarlo, pudo, hasta ahora, preservarnos del holocausto nuclear? Pues de la misma manera la posibilidad del conflicto entre la religión y los derechos humanos, así como del laicismo con la religión pueden preservar para los musulmanes la perpetuación de nuestra transacción sagrada con nuestro Creador y Señor de todas las cosas. A fin de cuentas, ¿No es el derecho al ejercicio de la propia religión uno de los derechos humanos liberal materialistas? En realidad, si estudiamos la historia, ese principio buscaba garantizar la disidencia de las sectas luteranas, el germen del capitalismo y de la ideología neocón. Es el principio que dió lugar al wahabismo y al Islam político. Esta gente de webislam, están aprendiendo coherencia a ritmo acelerado.
El principio de laicidad y la nueva religión los derechos humanos sin duda tienen grandes sinergias entre si pues tienen el mismo origen. El cristianismo actual también puede ser fagocitado por este sueño integrador, tanto más cuanto más muerto se encuentre espiritualmente. El resultado de ese sueño de la razón, que no es sino la incapacidad de quienes viven de la subvención para integrar su propia sombra, dará como resultado su destino, tal como nos advierte C. G. Yung. Pero señores sabios de webislam, acólitos y amigos, mediocres del mundo unidos, no se puede ir con ese cuento ante el Libro Luminoso. Tienen que comprender que dicho Libro no vive de la subvención, las regalías ni las canonguías que produce adorar lo políticamente correcto. Volviendo a Yung: "Uno no alcanza la iluminación fantaseando sobre la luz sino haciendo consciente la oscuridad".
El principio de laicidad y la nueva religión los derechos humanos sin duda tienen grandes sinergias entre si pues tienen el mismo origen. El cristianismo actual también puede ser fagocitado por este sueño integrador, tanto más cuanto más muerto se encuentre espiritualmente. El resultado de ese sueño de la razón, que no es sino la incapacidad de quienes viven de la subvención para integrar su propia sombra, dará como resultado su destino, tal como nos advierte C. G. Yung. Pero señores sabios de webislam, acólitos y amigos, mediocres del mundo unidos, no se puede ir con ese cuento ante el Libro Luminoso. Tienen que comprender que dicho Libro no vive de la subvención, las regalías ni las canonguías que produce adorar lo políticamente correcto. Volviendo a Yung: "Uno no alcanza la iluminación fantaseando sobre la luz sino haciendo consciente la oscuridad".
Así pues, una sociedad organizada en torno a la negación del conflicto, que proyecta erradicarlo definitivamente de la raza humana, la civilización occidental, prolongación del cristianismo, se instaura como figura central de la decadencia, el ocaso de la vida. Y como todo ocaso, como toda decadencia, viene acompañado de vino, feminismo, homosexualidad y el abandono de las viejas obligaciones religiosas. Está escrito en la pared, pero las orejas de burro o algo peor les tapan los ojos.
8 comentarios:
A-s-Salamu 'alaykum:
Buena respuesta basada únicamente en el punto de vista de filosófico. Y digo solamente, porque con este solo punto de vista se puede tirar por tierra lo dicho oir este señor, el cual en nombre de la sinergia está creando antisinergia. Y esta última, la está creando alimentando la disensión entre los grupos islámicos ortodoxos, desde el punto de vista doctrino-legal. Es oues así, que nosotros no vemos motivo alguno para experimentar sinergia alguna con las ideas personales de este señor.
Como hace hablar el dinero!
Un dicho árabo-español dice: El dinero hace bailar al perro.
Este muchacho no ha leido el Qur'an, donde Allah ordena a los ángeles prosternarse ante Adam ('alayhi-s-sallam) y estos como primera respuesta le dicen - exaltado sea - : Porqué nos ordenas prosternarnos delante de alguien cuya descendencia extenderá la sangre y la corrupción por la tierra?
Acaso no sabe este muchacho imberbe que que Allah ha hecho el Paraiso y el Infierno para llenarlos?
Con quienes pues va a llenar este?
Como veis, esa web huele a NIFAQ. Siempre están con las mismas mentiras, producto de su total y absoluta inconpetencia en el orden intelectual, por no decir ya en el orden de comportamiento básico de un musulmán.
Sigan así, señores de webnifaq, que están ustedes llamando a la desgracia día tras día, y esta, si siguen así sin duda les llegará, de la mano de Allah, cuando El en Su Sabiduría así lo haya decidido.
Hadiz: "Allah lo perdona todo salvo la mentira"
Salam
A-s-salamu 'alaykum:
Solamente decirle al hermano Abdulkarim que escribe muy deprisa y está empezando a tener faltas de ortografía.
Y además de esto. Alguien me puede decir si el señor este está en el grupo de Farrakhan?
Salam
A-s-salamu 'alaykum:
Bueno, se puede honrar a los muertos, y según en que ocasiones, se debe. pero de ahí a querer hacer un chayj del señor mansur Escudero va un mundo.
Vayan ustedes a proponerle a su amigo el papa el canonizarle, porque su iniciativa no creo que tenga mucho éxito en el mundo musulmán ortodoxo (o musulmán simplemente).
Sé que lo hacen para dar bombo a su web, se que lo hacen para crear el siguiente "chayj". Pero sepan ustedes que si alguno es chayj en su grupo es de la tariqa de "Walt Disney".
Salam
Assalamu alaykum:
Sí ciertamente Abdulkarim, de la tariqa de Walt Disney. Y además, fíjese la ventaja que llavan: ya tienen mote.
El Mehdi el Valdepeñí, el Abdulmumin el ateí, y el Adunú el pinochí.
Nombres adecuados a la naturaleza de su chayjato.
Por cierto, chayj también significa "viejo".
Creo que la trama sería un buen tema para una serie de Tv local americana o para dar coraje a las tropas en las prácticas de las academias militares.
Desde el claustro, el enviado especial, Profesor Hakimus.
Salam
Assalamu 'alaikum:
Bien por lo del nombre de la tariqa Abdulkarim. Perdona que te diga que no tienes malicia. Lo del chayjato no es sino el principio. Luego vendrá el milagro, las apariciones y el manantial milagroso, para hacer del lugar un museo de peregrinación de militantes y pardillos varios. Vendrán las estanpitas, los escapularios y los amuletos de la suerte.
Ya verás Abdelkarim, al tiempo.
Salam
A mí me gusta más el nombre de tariqa del circo Price.
Assalamu elykum
Es curioso que ilustren la titulacion de sheikh, con una grafico del Mandala. Nuevamente la mezcla, de religiones, "no importe quoi", en eso de la tolerancia y la alianza de subvencionados.
?????
y me contestó: "es que soy un Sheikh". Sabíamos que era un sheikh"
?????
"Y hoy día, nos hemos olvidado de que solo "el equilibrio del terror", es decir, la creencia en la posibilidad del conflicto y la determinación de llevarlo, pudo, hasta ahora, preservarnos del holocausto nuclear? "
Muy buen observación y excelente artículo.
El monoteismo universal de los derechos humanos obedece a las causas de todos conocidas.
POr cierto que estoy leyendo el libro de Tamayo, Islam, politica, religión y cultura, sino me equivoco...
¿Alguien lo ha leido?
Tamayo nos habla de la hermenéutica de la sospecha de los textos coránicos, de la supresión de los textos que considera un atentado para la mujer y sobretodo de la conexión de los derechos de las mujeres en los monoteismos con el posicionamiento por los desfavorecidos.Aún así Tamayo no oculta las bondades del islam a su juicio y se atreve a expresar lo que se debe de acometer para reformarlo
También dice que nuestro querido profeta(saw) fue influido por el evangelio de la infancia escrito en árabe cuando menciona los milagros de Jesús, en especial cuando crea pájaros del barro.
Mañana espero expresarme de un modo más preciso, con sus propias citas, aunque dudo de que pueda hacerlo en este blog.Lo cierto es que es tan tedioso el tema de los derechos humanos y demás que resulta tan triste como frustrante.
salam
Anouar
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