El colesterol es mi Pastor, nada me falta,
por sendas rectas lo he seguido,
hasta los excelsos mares de la Grasa,
hasta los claros lagos de cocido
Todos:
“El colesterol es mi Pastor, nada me falta”
Seguiré el camino hacia Jabugo,
en Guijuelo está ya mi morada,
Renunciaré por siempre al vil lechugo,
No verde, no, nada de nada
Todos juntos:
“El colesterol es mi Pastor, nada me falta”
Cruzaré mares de vino y cervezones
la Cruz-Campo será mi guía,
Maldigo Evianes y Lanjarones,
No hay nada, hermanos, como la Birra Fría.
Una vez más:
“El colesterol es mi Pastor, nada me falta”
No más peces en plancha, viva lo frito,
en papelón grasiento lleno de aceite,
aceite de perol, fino aceitito,
no te dará la Prince tanto deleite.
Todos: “El colesterol es mi Pastor, nada me falta”
El colesterol es mi Pastor, nada me falta
que venga a mí toda chacina,
chuleta o chuletón, nada me harta,
pero sacad lo vegetal de mi cocina
Final:
“El colesterol es mi Pastor, nada me falta”
2 comentarios:
Esta graciosa coplilla me recuerda a la próxima cena de navidad en la que seguro que habrá cerdo, en forma de jamón al menos. La verdad es que está bien rico, con su entreveraito de blanco. La sopa tradicional llevará albóndigas, de jamón claro, y aluego el plato estrella, que será a buen seguro el lomo lomito, y todo ello bien regadito de un buen vinito de la tierra...
Si. Que conste que la hemos incluido por graciosa. Comprendemos perfectamente que cada comunidad tenga sus costumbres y sus platos y bebidas favoritos.
Que pase usted unas felices fiestas. Nosotros mientras tanto como diría la ex-hermana Clarus Ijwanicus, seguiremos acumulando hasanats, ja,ja,ja.
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