Taxonomía 1: el salafilus ijuanos, una especie común.

Llamamos salafilus ijuanos a una determinada rama dentro de la familia de los mudernus-i dentro a su vez de la sectis lamus.

Sus características son bien conocidas. Además de sus estirados cuerpos y camisas planchadas milimétricamente buscando una función camaleónica en el medio que viven como gente de bien, suelen camuflarse en páramus centrus/is lamus (para nada culturalis).

Suelen alimentarse en primer lugar de su pláctum principal, el dinerus, por eso son fácilmente asimilables a cualquier medio donde exista éste: centros saudus dinosaurus, mezquitus donde medrar y tener vozus voci, árabis de oro y plata....

Suelen juntarse con animales de su misma especie (la familia de los caradurus, abarcando un amplio abanico) como es común en cualquier criatura natural, aunque tienen una característica esencial: están con conversus, esa otra especie virgen y fácil de explotar. Con ella mantiene una relación que podríamos definir como de parásito y chupóptera. Tratan de tener un elemento de continua polinización para absorver su fuerza y ganar autoestima.

Por tanto dinerus, conversus y todo lo que su camaleónica capacidad permita, se trata pues de un animal claramente depredador con lana (para nada sufi) de cordero, de cabra, alimentándose de todo lo que su ambicionusiti le permita, orgullosa de su raza (árabe), claramente hostil a occidente pero amante de sus bancos, por tanto un reptilus ambicionus (para nada vivíparo).

Con rostro dotado de una boca hábil en disfrazar chorradus con docto vocabulario científico y ojos llenos de am-visión por el dinerus, con gesto y carita de cura protestante francés y discurso propio de un colegio colonial de Magreb, el salafilusijuanius suele tener una amplia nariz, no por tener un cierto gusto gastronómico sino por lo mentiroso que es.

Suele ser un traficante de miedos, juega con los sentimientos de los demás para tener a la gente dominada y odia las costumbres de los de su especie. Anda como un mariquita y le gusta poner cara de niño bueno, hacer Dawa (buscar dinerus) para sentirse que lucha contra las fuerzas del Mal y tener amigos cristianis para darse untoque cool con sus amiguis los caradurus.

Es amante de la buena vida. De vacilar a la gente a las espaldas y de presumir de vivir bajo el mar de las ibadus islamis cuando es un pez que debe saltar a la superficie a respirar sino sse muere (como las ballenas, con su gorda tripa ambiciosa).

Pero es chachi hacer rakats extra extra para quedar bien delante de la especie del mar (marrokíes). No es para nada un makarra aunque fantasea con mandar al infierno a los que no piensan como él, porque el infierno hace el daño que a él le gustaría hacer y no se atreve a hacer. No es malo, porque no es lo suficientemente valiente para serlo. Por eso se arrastra cual serpiente, entre libros de Bin Baz y dinerus arabis.

Morfológicamente la piel le cambia de color, así es sufi entre sufis, wahabi entre wahabis, protestante entre protestantes, testigo de jehová entre testigos de jehová, mormón entre mormones y mamón entre mamones.

Le invitan al Hayy todos los años porque claro, los guajabones guajabis son una especie que maneja bien, sabe que cerebralmente son como los monos y entregados como los perros, sabe hacerles teatrísimus y viaja gratis. Lo invitan a todas partes y es una especia bienvenida míentras la piel no le cambie de color.

Si le cambia, es especialista cual serpiente en solar el veneno sobre otros y manejar los sentimientos de culpabilidad de los demás. Es una especie de sangre fría y partes bajas calientes, las demás especias arriman el culo cara la pared a su paso.

Tiene sonrisa de pelícano y patas de avestrud. A veces corre y a veces anda, pero siempre tiene la madriguera de sus complinches los caradurus en el sótano con alfombras (él le llama mezquita). Suele hacer favores para tener algo a lo que agarrarse y gusta que los conversus les cuenten sus cosas íntimas para utilizarlas en su contra (yo creo que es algo mariquita, aunque no deja de ser una hipótesis).

Es un homínido, eso dicen. Yo no sé, más bien lo asimilaría a un chimpancé malévulus.

Odia a todos los judíos (generaliza) aunque coge el dinero de los que se supone que atacan a los de su especie, después se compra ropa de Zara y le encanta ligar con las moritas y vacilar de Casanova (muy francés, sea dicho), romperles el corazón y presumir con quien no ¡tiene vinculación islamicus, como sabemos es diestro en el camuflaje entre especies. Luego se dirige al sótano con alfombras (mezquita) y pone gesto de sacerdote protestante muy solemne hablando de las virtudes del hiyab. Y del wudu. Y del Islam. Alhandulilah. Tenemos una gran suerte de no ser de la gente del Fuego. Silencio. Gemido.

Lo propio de un rumiante, gemidos de su especie. Los caradurus son muy comunes.

Este fue un boceto taxonómic, pero continuará.