SUFISMO Y SECTAS (12)

Al-Andalus, que sigue viviendo espiritualmente en estas tierras fue la tierra natal de miles de Awliya (Santos) que aún derraman la luz Divina a través de sus "maqams" (morabitos) algunos recientemente descubiertos. La edad de oro que alcanzó al-Andalus, con su tolerancia y excelsitud espiritual encontró una de sus máximas expresiones en el Sheijh Murciano Ibn al-Arabi, llamado por todo el mundo conocido Sheyj al-Akbar (el más grande maestro). Sean sus palabras la luz para aquellos que quieran conocer el Sufismo real:

El trato asiduo de los masayih (maestros), sus consejos y su protección le son , pues, necesarios para evitar todo riesgo de vuelta atrás o, peor aún, de extravío. Y puesto que Sevilla rebosa de santos, Ibn ´Arabi se va a llamar a sus puertas, buscando beneficiarse de sus enseñanzas y de su baraka.>

Precisemos a este respecto que, para el Sheyh al-Akbar, nada prohíbe a un discípulo tener varios maestros; solo los ignorantes han inventado esa regla, declara al final del Kitâb nasab al-hirqa:

"Has de saber -escribe- que no forma parte de las condiciones obligatorias de la investidura iniciática y del periodo de aprendizaje espiritual el que no se reciba ese manto más que de una sola persona. Nadie impulsó jamás tal condición. Está establecido que uno de los hombres de la Vía dijo: "El que quiera ver 300 maestros en uno solo, que me mire, porque yo he seguido a 300 maestros y de cada uno de ellos he sacado una cualidad". (...)

"La investidura (de la hirqa) no es más que el aprendizaje bajo las órdenes de un maestro y la práctica de la disciplina espiritual, y ello no comporta ninguna restricción de número. Aludimos, dando tales precisiones, a ciertos ignorantes que se imaginan que no se tiene derecho a recibir la hirqa más que de una sola persona".