HOLOCAUSTO MUSULMAN

As-salamu aleykum,

El propósito de esta entrada no va ser el de culpabilizar a nadie y menos incitar a encender los ánimos. Tampoco pedir represalias o reclamar venganza, pues como bien saben nuestros lectores es mejor perdonar, y perdonar es fácil dado que el tiempo ha pasado. Nosotros solo hemos sido heridos en nuestra humanidad por la poca prensa que ha tenido nuestro holocausto musulmán, y aun así no nos quejamos por que no es de nuestro gusto, en la medida de lo posible, asumir el papel de victimas. Además nunca está de más reconocer -abrumados pero no ignorantes- cual es con frecuencia la realidad de la condición humana. Reparaciones tampoco vamos a pedir, pues no somos quien para solicitarlas y estamos seguros que no se van a conceder. Pero si que hay una intención en todo esto y es la de alertar sobre la posibilidad de que esto se pueda volver a repetir, porque el uso del hambre que durante siglos había sido un arma de dominación del gobierno del Imperio Británico, reposa desde el año 1974  sobre la mesa de cualquier gobierrno de los EEUU que quiera hacer uso de la misma,en un memorandum llamado NSMM 200 y que pueden encontrar aquí:
http://www.schillerinstitute.org/food_for_peace/kiss_nssm_jb_1995.html#link.

Conviene por lo tanto que los musulmanes españoles, en lugar de leer el INTERVIU, sepan que los musulmanes, antes que nadie, sufrimos nuestro holocausto durante la II GM y que todavía no hemos recibido el reconocimiento de víctimas por parte de los pueblos civilizados del planeta. Los musulmanes no somos santos, desgraciadamente, pero las naciones que componen el consejo de seguridad de la ONU tienen muchas razones para no erigirse en los paladines de la civilización y de la paz y acusar a otros pueblos de incivilizados en el momento en que nos están llevando a las puertas de una III GM. 

Haciendo memoria, el primer holocausto por hambre del siglo XX tuvo lugar en Europa Central durante la I GM, con millones de víctimas  alemanas provocadas por Gran Bretaña y los EEUU. A éste lo llamaba abiertamente Lord Devlin, “la política del hambre”, dirigida contra los civiles de las Potencias Centrales (particularmente Alemania),[1] el plan que se dirigía, como admitía Winston Churchill, Primer Lord del Almirantazgo en 1914 y uno de los redactores del plan, a “hacer pasar hambre a toda la población (hombres, mujeres y niños, jóvenes y viejos, heridos y sanos) para que se rinda”.[2] En diciembre de 1918, la Oficina de Salud Nacional en Berlín calculaba que 763.000 personas habían muerto hasta entonces como consecuencia del bloqueo: la cifra adicional a ésta en los primeros meses de 1919 se desconoce. En algunos aspectos, el armisticio supuso la intensificación del sufrimiento, ya que la costa alemana del Báltico estaba ahora efectivamente bloqueada y anulados los derechos de pesca en el Báltico. De hecho, la firma del tratado de Versailles por parte de Alemania se hizo ante la espada de Damócles que suponía para sus dirigentes el que su población estuviera -a causa del bloqueo- al borde de un colapso humanitario de proporciones colosales. Varios meses después de declarado el alto el fuego. ¿No les parece alucinante?



Uno de los puntos más notables en la explicación de Vincent es cómo la perspectiva de una guerra “zoológica”, luego asociada con los nazis, empezó a aparecer en la vorágine del odio étnico engendrado por la guerra. En septiembre de 1918, un periodista inglés, en un artículo futurista titulado “Los hunos de 1940”, escribía con optimismo de las decenas de miles de alemanes ahora en los vientres de mujeres famélicas que “están destinados a una vida de inferioridad física”.[3] El “famoso fundador de los boy-scouts, Robert Baden-Powell, expresaba ingenuamente su satisfacción de que la raza alemana fuera arruinada: "aunque la tasa de natalidad, desde el punto de vista alemán, pueda parecer satisfactoria, el daño irreparable producido es bastante distinto y mucho más serio”.

A principios de marzo de 1919, el general Herbert Plumer, comandante del Ejército Británico de Ocupación, informaba al Primer Ministro Lloyd George que sus hombres demandaban volver a casa: ya no podían soportar la vista de “hordas de niños flacos e hinchados buscando entre los desperdicios” de los campos británicos. Por fin, estadounidenses y británicos superaron las objeciones francesas y a finales de marzo, empezaron a llegar los primeros cargamentos de comida a Hamburgo. Pero solo fue en julio, después de la firma formal alemana del Tratado de Versalles, cuando se permitió a los alemanes importar materias primas y exportar bienes manufacturados.

El segundo holocausto por hambre del siglo XX fue el Holomodor soviético, perpetrado contra su propia población indefensa de la república soviética de Ucrania por el gobierno de Stalin. El tercero fue el nuestro, el de los musulmanes de Bengala, que es el que vamos a referiles, aunque sea en inglés. Hay pruebas más que suficientes de que los tres holocaustos fueron causados por la mano del hombre, del que los humanistas nos dicen que es la medida de todas cosas. Ese hombre que justifica las últimas guerras en nombre de los derechos humanos y la prevención de las más diversas e inverosímiles amenazas. Por contra el Islam, esa religión a la que se acusa de bárbara y medieval, delimitó perfectamente desde sus inicios los límites de la legalidad de la guerra. Al respecto hace tiempo que tradujimos la fatua de un ulema safi de nacionalidad malaya que es una verdadera joya, tanto por su contenido como por ser un ejemplo de la profundidad del fiq tradicional, ese que algunos en su ignorancia llaman propio de ulemas-magos. Sin embargo, su lectura impresiona y recuerda al hombre de la calle que, a pesar de su fe en la capacidad del pensamiento humano, el pensamiento inspirado en la  revelación por parte de los sabios tradicionales, supera con creces al pensamiento simplemente humano y al zumbido de mosca de los librepensadores de nuestros días.

Famine Saratov - Ukrania 1922

Resulta todavía más impresionante comprobar como este tratado http://legalidadguerra.blogspot.com.es/ está inspirado en su práctica totalidad en los dichos del Mensajero de Allah, nuestro Profeta Mohammad (saws) a quien los ignorantes y los maliciosos acusaron y siguen acusando de propiciar la guerra. De su lectura se desprende que la totalidad de las resoluciones de la Convención de Ginebra ya eran conocidas por los primeros musulmanes en un código infinitamente más civilizado que la más alta resolución creada por los gobiernos europeos para minimizar en lo posible los horrores de la guerra. Los musulmanes recibimos desde el primer momento una guía de respeto por el adversario y su población civil sin ni siquiera preocuparnos de que nuestros enemigos la firmaran. Cierto es que en nuestros días, son pocos entre los combatientes quienes conocen estas normas. Por eso precisamente lo recordamos.

WW2 BENGALI HOLOCAUST: 6-7 million Hindus & Muslims died in Churchill's 1943-1945 Bengal Famine

The WW2 Bengali Holocaust involved the mass starvation of 6-7 million Indians in the provinces of Bihar, Orissa , Assam and Bengal associated with the man-made, British-imposed 1943-1945 Bengal Famine.

The famine was associated with horrendous civilian and military sexual abuse of starving women and girls on a scale comparable to the  "comfort women" abuses of the Japanese Imperial Army in the same conflict.

For a variety of reasons the price of rice, the Bengali staple, rose 4-fold and those who could not buy rice simply starved to death under a remorseless, ruthless and racist British Administration under Churchill (for an account of Churchill's complicity in this atrocity see Gideon Polya, "Churchill's Bengali Holocaust. Inadvertent confesssons of Britian's#1 war criminal", MWC News, 7 June 2009:
http://mwcnews.net/content/view/31306/42/ ).

Holocausto Islamico 1943-45 Bengala

Factors contributing to the enormous rice price increase included huge Allied shipping losses in the Atlantic leading to a halving of Indian Ocean shipping in 1943; loss of rice supplies from Burma; a huge decline in grain imports into India during WW2; the British divide-and-rule  policy of granting provincial food autonomy; panic hoarding due to British high handedness (seizure of food stocks and boats crucial for rice distribution); relatively small storm and fungal infection impacts  on harvests (there was plenty of food available -  the price was the killer);  and British provision of food security to workers and soldiers in the major industrial city of Calcutta - this major part of the war effort was cashed up and effectively sucked rice out of a starving, rice-producing countryside.

The sustained, remorseless refusal of the British to allevate starvation leads to the conclusion that they had a deliberate 1943-1945 strategy of providing a starving province of Bengal to any Japanese miltayr advance from Burma.

The term "holocaust" was first applied to a WW2 atrocity by Jog in 1944 (Jog, N.G. (1944), Churchill’s Blind-Spot: India (New Book Company, Bombay)) in relation to the “forgotten” man-made Bengal Famine (6-7 million Indians - many of them Muslims in a "forgotten" WW2 Muslim Holocaust - deliberately starved to death by the British, 1943-1945). It was subsequently applied to the Jewish Holocaust (5-6 million killed, 1 in 6 dying from deprivation) which was part of a horrendous WW2 European Holocaust (30 million Slavs, Jews and Gypsies killed in the Nazi German Lebensraum genocide).

https://sites.google.com/site/muslimholocaustmuslimgenocide/ww2-bengali-holocaust

Retrocediendo un poco en el tiempo y siempre de la mano del Imperio Británico, enlazamos un recordatorio de las hambrunas en la India, causadas igualmente de forma voluntaria por la política imperial británica http://jambudveep.wordpress.com/category/british-misrule/, otro hecho que es tan poco conocido como olvidado. El control de los medios de comunicación es el que posibilita que ciertos hechos históricos pasen inadvertidos a la mayor parte de la humanidad, incluyendo a grandes celebridades intelectuales, mientras que otros, mucho menos claros, nos sean permanentemente recordados.

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Churchill, como parte del esfuerzo de guerra occidental, ordenó el desvío de alimentos de los indios muertos de hambre a los ya bien abastecidos soldados británicos y a incrementar las existencias en Gran Bretaña y el resto de la Europa ocupada. 

La única respuesta de Churchill a un telegrama del gobierno en Nueva Delhi acerca de las personas que perecen en la hambruna fue preguntar que si la falta de comida era tan acuciante por qué Gandhi no había muerto todavía. En otro conocido comentario Churchill declararía que odiaba a los indios, que eran "gentes bestiales con una religión bestial [Hinduismo]’ y que el "único pueblo peor que los indios era el de los alemanes’.

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Esperando en vano, las decisiones de Churchill significaba penurias y muerte para millones

AP

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Salam

[1] Patrick Devlin, Too Proud to Fight: Woodrow Wilson's Neutrality (Nueva York: Oxford University Press, 1975), pp. 193-198.

[2] Citado en Peterson, Propaganda, p. 83.

[3] F.W. Wile, “The Huns of 1940”, Weekly Dispatch, 8 de septiembre de 1918. Vincent señala que está citando un artículo de un libro publicado en Stuttgart en 1940.