LA LUCHA CONTRA EL PATRIARCADO DEL FEMINISMO ISLAMICO

USTEDES se preguntarán de donde ha tomado el feminismo, y más concretamente el feminismo "islámico" el concepto- tantas veces abanderado por la camarada Ndeyeva Andujarova- de "lucha contra el patriarcado". Pues naturalmente, viene de Marx y Engels. ¿O se pensaban que Andujarova se lo encontró en el Corán? No me sean ingenuos...

«Hay que volver a los orígenes, que están en el matrimonio por grupos; es decir, en la comuna, donde el revoltijo extermina el concepto de paternidad. Allí nadie sabe quien es su padre. Y, socialismo, comunismo, significa eso antes que una idea del Estado.
No lo olvidemos.»

(La Sagrada Familia, de Engels y Marx).
También conocido como "Critica de la crítica de la crítica" (de ahí la broma de los hermanos Marx sobre la parte contratante de la primera parte). Publicado en septiembre de 1844.

[El tema de la comuna también nos trae a la memoria los vientos ponzoñosos  de su santidad "el Madre" otro insigne defensor del feminismo islámico.]

Si la camarada Ndeyeva tuviera el más mínimo interés en el Islam, se desmarcaría radicalmente del feminismo de izquierdas, pero la realidad no es esa, sino que Andujorova llega a suplicar un sitio entre sus verdaderos correligionarios del feminismo de género que -fieles a sus creencias- rechazan todo rasgo de religiosidad. Que la camarada viva en matrimonio monógamo no debe confundir a nadie. Igual que aquellos que negocian y fomentan el consumo de drogas tienen como primer mandamiento no consumirlas, los feministas suelen vivir en familias tradicionales. El clan Rockefeller, promotor y financiador del feminismo "de género" cuida mucho la elección de sus consortes, disfrutando de las ventajas de la típica familia patriarcal mientras hacen la propaganda del feminismo sobre las clases media y trabajadora, con el evidente objetivo de perjudicarlas. Hubo una feminista Rockefeller en la familia allá por 1969 en la ciudad de New York, pero aquello solo fue para echarle una mano a papá. Ahora escribe sobre calentamiento global y la sustitución de los alcantarillados públicos por pozos ciegos. Para propagar el talmudismo, ya existen numerosas voluntarias fuera de la familia:

"La familia nuclear es la piedra angular de la opresión de la mujer: refuerza la dependencia de las mujeres en los hombres, refuerza la heterosexualidad e impone las estructuras de carácter masculino y femenino imperantes a la próxima generación."
— Alison Jaggar, Feminist Politics and Human Nature.

El afán por llevar a la humanidad hacia la miseria moral, propia de los textos talmúdicos y muy especialmente el más famoso de todos ellos, el llamado "manifiesto comunista" se manifiesta una y otra vez en las disertaciones de los líderes de la izquierda. Recordemos sin ir más lejos los reciente llamados a las jóvenes magrebíes para que vengan a encontrar su libertad sexual en occidente. por parte de la feminista de izquierdas Laura Rodriguez Quiroga o su anterior defensa de las relaciones prematrimoniales islámicas (el kit de la virgen artificial). O a la viuda de Lenin, Mdme Kroupskaya, más conocida por tildár de burgueses patriarcales a quienes no ven con buenos ojos la violación socialista y que predicaba así sobre la religión -sin ocultar su odio visceral, que constituye el denomina­dor común a todo comunista:

« Se necesita imperativamente que el Estado fomente sistemáticamente el trabajo antirreligioso entre los niños. Debemos hacer de nuestros chicos y chicas no sean sola­mente no religiosos, sino activa y pasionalmente antirreligiosos. La influencia religiosa del hogar debe ser vigorosamente combatida. »

Madamme Laura Rodriguez es una legítima representante de la superioridad moral de la izquierda y una replica post-moderna de la feminista más famosa de la historia de España, la Pasionaria. Más famosa que Aurora Rodríguez Carballeira (gallega y Rodriguez como madamme Laure de Junta Islámica), la feminista que ideó un plán para dar a luz a una mujer que guiaría a España a un nuevo orden social. Y como no había banco de semen en la época, seleccionó al semental adecuado. Como había educado a su hija HILDEGART para prescindir de los hombres, cuando mamá Rodriguez se enteró de que su hija tenía su primer amor y podía caer bajo la intolerable "influencia" masculina, le disparó a bocajarro cuatro tiros mortales.   Mercedes Ibarruri, apologista de Lenin, lo resumía fácil: "Hijos si, padres no". Es el lema que parece presidir toda la legislación mundial feminista en su lucha contra el "patriarcado". No se dejen engañar por el calificativo de feminista. Tradúzcandolo por su verdadero significado: legislación mundial talmúdica.

Aurora Rodriguez Carballeira es pionera de una nueva humanidad completamente feminista. La madrugada del 9 de junio de 1933, en el ático de la calle Galileo donde viven, Aurora entra en la habitación de su hija. Hildegart está dormida. Aurora lleva un arma. Está dispuesta a acabar con todo. Dispara. En total, cuatro tiros. Ha hecho lo que quería: “Suprimir una obra sublime con un acto sublime, ya que cualquier madre es capaz de parir, pero no de matar a sus hijos. La facultad de dar la vida lleva implícita la de quitarla, pero requiere gran valor”, deja escrito a los pies del cadáver. Nótese lo avanzado del discurso progresista para la época en la concepción filosófica de esta pionera del feminismo español. La perspectiva de genero es perfecta: negación de la figura del padre, derecho absoluto femenino sobre los hijos, creación de un nuevo orden social igualitario donde la vida humana está supeditada exclusivamente a la consecución de los grandes ideales socialistas de igualdad y progreso, eliminación de los roles de genero, prescindibilidad y exclusión de los hombres del ámbito familiar. Toda una adelantada a su tiempo, que hoy en día, en lugar de acabar en un hospital siquiátrico (fue condenada a 29 años de cárcel, pero el patriarcado siempre oprobiando a la mujer con un trato de favoritismo le evitó la carcel, la directora general de prisiones era la feminista Victoria Kent ), sería una negacionista del SAP o dirigiría el ministerio de igualdad o la ONU de la mujer, desde donde ejercería la tolerancia cero. Años después del crimen, la criada (entonces no existía el Audi, aunque si las criadas y la pluma Montblanc, aunque no se vendía todavía en España) confesó que Aurora había tenido a Hildegart secuestrada durante sus últimos días. Le cortó el teléfono, le prohibió recibir correspondencia, le negó cualquier contacto con el exterior. Antes de disparar, le había quitado ya la vida.