A los feministas islámicos el Santo Corán les ofrece dos únicas opciones, a las que pueden optar en completa libertad: está el camino de las mejores de las mujeres que fueron las esposas del Profeta Mohammad (saws) que es el camino de la sumisión a Dios y a su Mensajero, que se concreta en esta Sura 31 en someterse a la autoridad de sus maridos, y está la opción por la vida de este mundo y sus apariencias, que se concreta con la "liberación femenina", el "califato femenino", el "imamato femenino", la "yihad de género" y la quimérica "igualdad total" del hombre y la mujer en el matrimonio. Ahora son ustedes, aunque sean una ínfima minoría entre las mujeres islámicas, quienes tienen que decidir sobre su "movimiento", nadie puede decidir por ustedes. Hay una inmensa recompensa aguardando a quienes siguen el camino de la virtud, pero si se deciden por el camino de la rebelión y de la fitna, se les dará algo que les sea de provecho (material) y conforme era la costumbre del hombre con el mejor de los caracteres, se les dejará partir con toda delicadeza.
Y por favor, no acudáis a la Kaaba para llenarla de nuevo con esos viejos ídolos que tanto molestan a nuestro Señor. Realmente nosotros tenemos nuestra religión y vosotras tenéis vuestra religión.
Y por favor, no acudáis a la Kaaba para llenarla de nuevo con esos viejos ídolos que tanto molestan a nuestro Señor. Realmente nosotros tenemos nuestra religión y vosotras tenéis vuestra religión.
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