La dación en pago se ha convertido en una solución relativamente común para saldar las hipotecas de los inmigrantes que regresan a su país de origen, debido a la dificultad y el coste de cobrar la deuda y a la necesidad de la banca de contener la morosidad (si tienen morosos, son numeros negativos que inciden en su capacidad de dar más créditos y por consiguiente ganar más).
La entrega del inmueble no es suficiente en España para cancelar una hipoteca si eres español. Esta solución, que sí es común en otros países, ha cobrado protagonismo desde que la crisis multiplicara el número de embargos: solo en 2010 ascendieron a 118.000.
Las entidades, no obstante, están aceptando la dación en pago en el caso de miles de inmigrantes que retornan a su país de origen. Los españoles, como no tenemos a donde escapar hemos de pagar intereses de por vida, como dicen que le pasaba en la edad media a quien contraviniendo las leyes religiosas acudían a los prestamistas, que entonces eran tolerados si no actuaban en público.
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