La ahora feminista Amparo Sanchez Rosell escribe hoy en la página del nifaq y la garantía haram. Casada con un tunecino, aunque logicamente nacionalizado español, la directora del CCIV, acostumbrada a dorarle la píldora a ex dirigentes que fueron del grupo terrorista FRAP, al PP y al PSOE, se muestra muy preocupada por el legítimo ejercicio al sufragio universal de los ciudadanos españoles. Este temor a las convicciones políticas de nuestros conciudadanos es una demostración más de lo poco asentada que está la democracia entre los españoles, especialmente entre los que más presumen de demócratas y tolerantes.
Ciertamente que existen partidos políticos que piensan -como muchos ciudadanos españoles, no nos engañemos- que la inmigración ha supuesto una pesada carga para los españoles en lugar de un aporte a nuestra sociedad. Y que los grandes beneficiados por la inmigración han sido las entidades financieras y el gran capital. Ante esta realidad, lo fácil para Amparo y sus allegados es hacerse los justos y los indignados, los tolerantes y los cosmopolitas aliándose con las aciagas políticas de inmigración implementadas por los partidos que les subvencionan desde hace décadas. Indignación y preocupación por el pensamiento ajeno aunque el racismo multidireccional que se respira en sus centros culturales de puertas para dentro sea de los que hacen órdago. Por que ¿Que tiene de preocupante que existan votantes y partidos que representan a quienes estiman que los perjuicios que ha traido la inmigración superan sus beneficios? Democráticamente no existen motivos de preocupación, aunque si los hay desde la perspectiva demagógica de algunos y algunas, por ejemplo Amparo Sanchez, el PP y el partido del doberman. Aliarse con los intereses de los partidos que juegan con la subvención como arma para manipular la realidad es sin duda el camino fácil y rentable. Abordar el por qué de la aparición de un número creciente de ciudadanos indignados con los abusos de la política de emigración de los mecenas del CCIV es otra cosa, dificil, poco rentable y por tanto lejos del alcance de adlateres oportunistas y vividores de la subvención. Abordar la realidad de una corriente de opinión que exige límites a la emigración tal como se ha venido desarrollando con los grandes partidos mediáticos y mayoritarios, exige realizar un analisis imparcial de la realidad de los hechos, independencia y capacidad de autocrítica, cualidades que todos sabemos que en nuestro país, hace tiempo que brillan por su ausencia.
Analisis imparcial de la realidad de los hechos... ¡¡Que quimera en el mundo de lo políticamente correcto!!
Analisis imparcial de la realidad de los hechos... ¡¡Que quimera en el mundo de lo políticamente correcto!!
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