Estamos alargando el tema mucho porque nos gusta cerrarlos de la manera más completa y exhaustiva. Creémos que es necesario que sea a sí para que no quede un ápice de duda en cuanto origen izquierdista del movimiento neocón. Acostumbramos a pensar que el liberalismo es pura libertad creativa porque por los maestros del engaño nos han adoctrinado para creer que neocón tiene sus raíces clavadas en el movimiento que es opuesto, el fascismo, y por tanto hay una tendencia muy fuerte a seguir obviando la verdad.
La primera causa de todo esto viene de una mala comprensión de lo que significa el liberalismo, malentendido que empieza, como no, en la escuela. Es muy recientemente que empezamos a ver que el liberalismo es la causa por la que suspiran los millonarios más desalmados (en realidad siempre lo fue) y por lo tanto hoy se la sitúa a la derecha (orientación espacial y luego política que procede históricamente del lugar que ocupaban dentro de la asamblea de los representantes aquellos diputados que votaron favorablemente al aguillotinamiento del rey de Francia). El rey podía haber sido encarcelado o enviado al exilio, prefirieron sin embargo bañarse con su sangre. En realidad, los liberales estuvieron a la izquierda en ese decisivo momento en que en Europa, el poder de Dios simbolizado en la cabeza del rey, rodaba por los suelos ante la alegría de los progresistas.
Una definición de liberalismo que se escapa a la propaganda que lo sitúa en el bando de los tolerantes, los sensibles y de los preocupados por el bien común por medio de la libertad, la igualdad y la democracia es la siguiente:
A lo largo de los siglos, se puede ver al liberalismo como "una ideología que promueve la agenda de las minorías dentro de la sociedad". Entre las minorías, las más poderosas, las que mas finanzas y medios de comunicación tienen a su favor, se llevan a su vez el gato al agua.
Una vez comprendido que es en realidad el liberalismo, no tendríamos porqué extrañarnos de que un grupo de trotskistas e izquierdistas mayoritariamente judíos, hayan abrazado la democracia y los ideales del liberalismo norteamericano para transmutarlos en el moderno ultraliberalismo. En verdad, los neo-conservadores, provenientes como son de la extrema izquierda, más coherentes no podían ser.
A continuación reproducimos un artículo muy aclaratorio.
De la Revolución Permanente a la Conquista Permanente
Vicky Pelaez
El Diario/La Prensa
Adaptación del P. Rahmanicus
A medida que pasa el tiempo se va clarificando que no es sólo el ansia de poseer el petróleo y otros recursos naturales lo que motiva al siniestro grupo de neo-conservadores que están rigiendo los destinos de los Estados Unidos, sino, que fieles a ciertas tendencias determinadas por la filosofía política de Leo Strauss, quieren democratizar a todas las naciones siguiendo el modelo norteamericano.
¿Se imaginan Uds. cómo sería el mundo lleno de "McDonalds"y "Burger Kings", en el que viajemos donde viajemos, en cualquier rincón del planeta, todo sea al estilo gringo? Sin cultura china, árabe, andina, francesa, mexicana, etc. Todos como clones, con los mismos ideales, dentro del amasijo igualitario de la multiculturalidad, todas las culturas dentro de una cultura obligatoria llamada lo políticamente correcto? Parece una pesadilla horrorosa o una ficción de locura, pero ese es el panorama que la Cabala de Wolfovitz dibuja con los colores del sionismo y el liberalismo, que vieron en las justificación de la defensa de la democracia liberal una forma de apoderarse absolutamente de todo y de todos, con ellos como regentes.
Strauss nació en 1899 en Alemania, de padres judíos. En 1933 escapó de la persecución nazi a EEUU, enseñó en The New School for Social Research y posteriormente en la Chicago University (propiedad de los Rockefeller). En parte por sus enseñanzas, se creó la teoría neoconservadora en respuesta al avance del naciociasocialismo y el comunismo. "La igualdad de clases es enemiga de la libertad", sostenía Straus, pero su idea principal para los neocons fue esta: "Para que la democracia occidental esté segura, todo el globo, tanto los países individuales, como la sociedad de las naciones deben ser igualmente formadas. Para alcanzar ésto se debe luchar y utilizar todos los métodos, incluyendo guerras". Igualmente propugnaba que el "significado escondido del mundo y sus leyes, solamente deben ser conocidas por un grupo reducido de personas, las que deberán encargarse de hacer realidad esa uniformidad para la seguridad del occidente".
Paul Wolfowitz, actual subsecretario de defensa de los Estados Unidos, cabeza y motor de la Cabala que gobierna el mundo, era alumno dilecto de Strauss, igual como Abram Shulsky, actual director de la oficina de planes y proyectos especiales del Pentágono. Los dos recibieron su Ph.D bajo el asesoramiento de Strauss. Stephen Cambone, ahora, el subsecretario de inteligencia del departamento de Defensa de EEUU, fue otro alumno de Strauss. Este es el que creó el cuento de las armas biológicas en Irak , (ahora asegura que están en Irán, Venezuela, Cuba y Colombia, su plan señala a los países chicos y luego cuando logren su objetivo, las supuestas armas estarán en Rusia y China). Cambone es otro de la Cábala, así como William Kristol el editor del "Weekly Standard Magazine", éste fue alumno de uno de los más eminentes estudiantes de Strauss, Harvey Mansfield. Lo que realmente une a Strauss con sus alumnos neocons son sus raíces judías, las mismas que les unen con los propietario de la universidad de Chicago, la familia Rockefeller.
Pero lo más extraño de todo, es la posición política de todos los arriba citados. La investigación encuentra que los padres de todos ellos, "fueron militantes trotkystas anti stalinistas y pertenecieron al movimiento de los años 30 al 40 surgido cuando Leon Trotsky abandonó la Unión Soviética y denunció a Stalin de revisionista y dictador. Por supuesto que Estados Unidos apoyó con todo su poder al movimiento trotkysta que fue difundido mundialmente, inclusive aquí en Nueva York, la CIA organizó su congreso en el Waldorf -Astoria en 1949 (La CIA y la Guerra Fría Cultural, Frances Stonor Saunders).
Los hijos de los trotkystas made in USA, llámense Wolfowitz, Perle, Kristol , Feith, David Wurmser,etc llegaron a formar parte de los movimientos anticomunistas liberales entre los años 50 y 70. Más tarde llegaron a convertirse en neoconservadores y tranformaron la teoría de Trotsky sobre la Revolución Permanente en la Conquista Permanente, llevando al extremo las opiniones originales de Strauss. Al llegar al poder, a la Conquista Permanente la llamaron la Expasión Permanente , justificando que "todo lo que está bien para América está bien para el mundo". En realidad, dado que todos ellos eran sionistas, como el mismo Trotsky, lo que querían decir es: puesto que dominamos este país de acogida mediante el inigualable poder de nuestro lobby, "Estados Unidos tiene el derecho de atacar a cualquier país si percibe la existencia de algún peligro", lease si es el deséo de Israel, sutil modificación del principio universal del derecho a la defensa.
Ahora sabemos que son capaces de todo, de atacar cualquier país con los pretextos más absurdos y basados en las teorías más cínicas. Lo están haciendo en Afganistán e Irak, Georgia, etc.
¿Qué hacer ante la "Expansión Desenfrenada"?. Una de las respuestas es seguir el modelo malasio. Mahathir bin Mohamad se opuso a imposiciones del FMI y del BM cuando su país entró en crisis económica. Fortaleció su estado apoyando el sector empresarial y financiero nacional. Propulsó el comercio entre los países asiáticos y la respuesta fue un país económicamente próspero.
Otro paso contra la Cábala es sacar las instalaciones militares extranjeras de la zona porque a la larga son base de sus invasiones planificadas.
NOTA: nos hemos permitido versionear el artículo original por encontrarlo desencaminado y demasiado propagandistas, intentando ajustarlo lo más posible a la realidad. El artículo original, de muy escasa difusión, tuvo su réplica en el WORLD SOCIALIST WEBSITE, página web que publica en varios idiomas el Comité Internacional de la Cuarta Internacional (Socialista) en un escrito firmado por Bill en el año 2003. Pueden consultarlo en el siguiente enlace http://www.wsws.org/es/articles/2003/may2003/spn1-m30.shtml.
Lo más notable de la replica, que se aferra sobre todo a las exageraciones de la autora, además de acusar a la autora Viky Pelaez de agente moscovita, se puede resumir en lo que sigue:
¿Dónde está la evidencia de que los Estados Unidos "respaldó con todos sus medios" la expansión mundial del movimiento trotskista?
Evidentemente EEUU respaldó al trotskismo, aunque de distinta manera con que respaldó al stalinismo. En realidad el apoyo no fue tanto institucional como privado, por partes de sus adinerados compañeros de "cabala". Gracias a ellos y a los medios de comunicación "intelectuales", el trostkismo era la corriente más popular de la izquierda en los EEUU, desde antes que éste cayera en desgracia dentro del régimen bolchevique. Si Lenin recibió ingentes ayudas de parte del capital financieronorteamericano, Trosksy recibiría el apoyo de casi todo éste y además se benefició de ayuda supletoria del capital financiero internacional.
Permítanos apuntillar que "Internacional" es la palabra talismán para los liberales. El liberalismo para ser digno de tan insigne nombre, o es internacional o no es liberalismo.No se si les suena esta misma cantinela por parte de la extrema izquierda, a mi sí. El atractivo de la palabra "Internacional" viene de que la minoría privilegiada de la que hablábamos en nuestra definición de liberalismo, tiene que tener libertad de movimientos tanto para ellos como para sus capitales en aras de conseguir uno de sus propósitos más silenciados: desestabilizar y desvalijar una a una todas las naciones que conforman del planeta en aras de conseguir el dominio "global". Así es como funcionaba el Impero Rothschild en sus inicios, y así es como funcionaron siempre sus errantes antecesores, viajando febrilmente de Toledo a Lisboa, de Lisboa a Venecia, de Venecia a Costantinopla, y de vuelta a Bruselas, Londres, Viena, Frankfurt, París, San Petesburgo, Berlin, Hong Kong y New York.
Para conocimiento del articulista, la ley Smith de 1940 no fue decretada contra los comunistas únicamente, sino contra quienes se adhirierana a cualquier grupo que preconizara "el derrocamiento del gobierno mediante la fuerza o la violencia". Como el mismo articulista reconoce, "el estalinista Partido Comunista de los Estados Unidos, debe remarcarse, respaldó con entusiasmo estas medidas represivas, que más tarde se volvieron también contra él". Para los sionistas ya era necesaria una ley que parece que tenía como objetivo prioritario al nacionalsocialismo norteamericano a pesar de que Hitler había llegado al poder por la vía electoral, una vez que el movimiento neocón estaba perfectamente encriptado en los bastidores del poder.
Ignoramos si el congreso fue o no financiado por la CIA, que en el año 1949 apenas tenía año y medio de vida y se encontraba todavía en formación. Lo cierto es que dicho congreso tuvo lugar en el hotel Waldorf Astoria de New York, con la asistencia de Lillian Hellman, Norman Mailer, Arthur Miller, Aaron Copland, Albert Einstein, Charlie Chaplin y otras 800 figuras de la izquierda intelectual norteamericana. Nos importan poco las disputas entre trotskistas y stalinistas.
El articulísta, al menos reconoce que "Hay, sin embargo, conexiones entre las luchas políticas que tuvieron lugar en el seno del movimiento Trotskista hace más de seis décadas y los neoconservadores de la actualidad. Esto se encuentra en particular en las carreras de dos individuos: Max Shachtman e Irving Kristol. Este último es figura prominente de uno de los centros proveedores de ideología a la extrema derecha: el Instituto para la Empresa Estadounidense (AEI). Cuando, la víspera de la invasión, George W. Bush apareció ante el AEI para pronunciar un discurso sobre las líneas maestras de su visión sobre la agresión militar global, comenzó su discurso con una reverencial referencia a Kristol, que es ampliamente reconocido como el "abuelo de los conservadores".
La réplica sigue con alusiones encriptadas a la esencia liberal del trostkismo frente al stalinismo estatalista, y a que los que más tarde serían los ideológos del neoconservadurismo divergían con Troski en ser todavía más antinacionalistas que éste, ya que no perdonaron que Stalin hubíera firmado un pacto de no a agresión con Alemania, lo que en realidad les situaría enfrentados a la izquierda de la izquierda de la izquierda, unos furibundos antinazis. El resto tiene poca relevancia, pura palabrería. salvo una confesión interesante: "El giro de Shachtman hacia la derecha fue tal vez menos abrupto. Continuó afirmando su adhesión al socialismo y a la Cuarta Internacional durante casi otra década". Estos son pues los neocons, se pinten como se pinten.
Lo que no hace ninguno de los escritores marxistas que hemos traído a la palestra, es hablar de la conexión israelita de todos los implicados, ni de su relación con la creación del estado nacional judío. Extraña que un detalle tan relevante para entender el proceso ideológico de los troskistas neoconservadores, les haya pasado a todos por alto, lo que no deja tener tintes de inverosimilitud.
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