Falsos profetas que anuncian el fin del mundo
En el primer viaje de un periodista español en años al sur de Irak, descubre un delirante paisaje con falsos profetas. En tres meses, dice uno, vendrá el apocalipsis. Y lo 'prueba' a través de unos dibujos animados.
JAVIER ESPINOSA. Enviado especial a Irak
Ahmed al Hassan, apodado Al Yemani, se rodeó de una mística capaz de doblegar el entendimiento de muchos iraquíes de las clases más pobres. Sus acólitos afirmaban que las cámaras o teléfonos móviles que intentaban fotografiarle eran consumidos por el fuego. Que no había duda de que era el Imam Mehdi, el equivalente a Jesucristo para los musulmanes chiíes. El enviado divino al que miles de fieles esperan con devoción durante toda su vida.
"Me dijeron que tenía todas las marcas: una cicatriz en la espalda, otra en la frente, algo en el ojo", manifestó uno de sus adeptos, Abu Sajjad, en una entrevista de la televisión iraquí. Sajjad ejerció durante seis meses como comandante en las milicias del falso profeta hasta que los desvaríos del movimiento le hicieron separarse de él. Y es que la proliferación de impostores en el caótico Irak ha alimentado un clima de rebelión permanente entre los desengañados. Como el antiguo adepto Abu Sajjad, quien recuerda cómo los seguidores de Yemani despotricaban contra la cúpula religiosa chií -a la que pretendían asesinar- y recurrían a métodos de aleccionamiento ideológico tan estrambóticos como la visión de Adnan y Lina, una serie de dibujos animados muy popular en el mundo árabe a finales del siglo XX que prevé el inicio de
-(Abu Sajjad) Me dijo, quiere mostrarte una de las señales de que el día de la resurrección es inminente. Querían que estuviera completamente convencido. Así que encendió la televisión y me puso Adnan y Lina. Ahí empecé a tener dudas. No he estudiado mucho pero no soy estúpido.
-(Periodista de
-(Abu Sajjad) Sí todos.
-(Periodista) A lo mejor estaban intentado probar tu lealtad...
-(Abu Sajjad) No. No fui el único al que se los mostraron. Me encontré con cientos de seguidores y dormí en sus casas durante seis meses.
-(Periodista) ¿Y todos veían Adnan y Lina?
-(Abu Sajjad) Sí. Decían que
En su locura, el iluminado Al Yemani llegó incluso a poner fecha a la llegada del fin del mundo y al regreso del Mehdi, un escenario tan significativo para los chiíes como lo es el juicio final para los cristianos: el día 10 del primer mes del calendario islámico (Moharram). Ese día, el 18 de enero pasado, los seguidores del predicador surgieron desde las calles de un viejo barrio de la ciudad de Naseriya, al sur de Irak, armados con cohetes anti tanque y ametralladoras y disparando contra las fuerzas de seguridad. Casi de forma coordinada sus huestes se alzaron también en Basora.
Los habitantes de Naseriya recuerdan una noche (la del 17 al 18 de enero) trufada de explosiones y combates dislocados en pleno centro de la villa. Las víctimas se contaron por decenas.
La sublevación fue sofocada en ambas ciudades, pero Al Yemani escapó y aún hoy sigue en paradero desconocido. "¡Decía que el Mehdi iba a aparecer! ¡Pues no apareció y los matamos a todos! ¡Qué se vaya a la mierda!", recuerda el gobernador de Naseriya, Aziz Alwan. "Ese tipo es un hijo de puta", se indigna todavía más Alwan. "Un charlatán que aprendió magia durante tres años en
La revuelta del aspirante a auríspice constituye la segunda gran algarada militar de un grupo mesiánico en poco más de año y medio y confirma el enrevesado escenario que se está configurando en el sur chií de Irak, donde prima esta confesión musulmana.
SIN MIEDO A MORIR
No se trata ya sólo de una guerra civil en ciernes entre partidos políticos estructurados, sino de un entorno tan caótico que está propiciando la aparición de toda suerte de iluminados con guerrillas propias capaces de recrear escenarios apocalípticos como el que describió Mario Vargas Llosa en La guerra del fin del mundo. Tan pavorosos como el que se registró en la villa santa de Nayaf el 28 de enero de 2007 cuando otra secta, los autodenominados Soldados del Cielo, dirigida por Abdul Zahra al-Garawi, se lanzó a una batalla suicida contra los militares iraquíes y de Estados Unidos. "Nos gritaban por los radios transmisores: ¡El Mehdi está llegando! ¡El Mehdi está llegando! Y peleaban como locos, sin miedo a morir", recuerda un agente de policía iraquí presente en aquel suceso que dejó más de 400 muertos.
El fenómeno ha adquirido tal dimensión que a principios del año pasado la oficina del máximo referente espiritual de los chiíes, el gran ayatolá Ali Al Sistani, distribuyó octavillas alertando sobre los "impostores" que dicen ser "mensajeros del Imam Mehdi".
Cada poco tiempo la prensa local informa sobre la aparición o desmantelamiento de otra facción de perturbados. La agencia de noticias Voz de Irak (VOI) aseguró en septiembre de 2007 que al menos tres de estos predicadores habían sido asesinados en la provincia sureña de Missan a causa de sus peroratas, consideradas heréticas por el clero establecido. Uno de ellos era un veterinario y ex paciente de una institución mental que se redescubrió como "embajador" del Mehdi y decidió exiliarse al desierto con sus escasos seguidores. "Sufríamos bajo el calor pero nos prometía que seríamos los primeros en ver al Mehdi cuando surgiera del desierto", manifestó Muhammad Jassem, uno de los discípulos del iluminado.
El experimento concluyó en tragedia en 2005 después de que el personaje -que se negaba rotundo a que sus adeptos bebieran agua fría en verano- fuera abatido por uno de ellos. "Le pidió que trajera mejor comida y se negó. El hombre sacó su pistola y le disparó directo a la cabeza", relató Jassem.
Sin embargo, Al Yemani debería ocupar un lugar especial en el ranking de lunáticos por su propio origen y la sofisticación de sus quimeras. Nacido en Basora en el seno de una conocida familia, entre sus hermanos se cuenta un científico nuclear y un ex coronel del ejército. El propio personaje se habría graduado como ingeniero antes de trasladarse a Nayaf, para estudiar religión.
Según aclaró uno de sus portavoces, Abdul Jaabar, el giro vital del susodicho mesías se gestó en 1999 cuando supuestamente "se encontró con el Mehdi" -una pretensión singular dado que según las creencias chiíes esa figura desapareció en el año 874- y éste "le reconoció como su nieto". Según el gobernador Aziz Alwan, cada vez que Yemani quería tomarse un té pedía dos. "Uno para él y el otro para el Mehdi. Se suponía que siempre estaba a su lado", afirma.
JESÚS, NOE Y MOHAMED
La página que aún mantienen en internet (http://www.almahdyoon.net, con versiones en inglés, francés, alemán, árabe, farsi y hasta chino) resulta ser un compendio del ideario más disparatado. Lo mismo mezcla la doctrina islámica, que párrafos del Nuevo y Viejo Testamento bíblico. La web presenta al personaje como "el salvador de la raza humana que fue profetizado. La promesa que Dios hizo hace miles de años se hizo realidad". Después lo equipara a profetas como "Noé, Jesús, Moisés y Mohamed" y termina firmando la perorata insana bajo la rúbrica del "señor Ahmed al Hassan, mensajero y ejecutor del Imam al Mehdi (que Dios le otorgue el poder en la tierra)".
Al socaire de la perturbación absoluta que rige en Irak desde el 2003, Yemani comenzó a expandir su secta desde Basora a Naseriya e incluso Nayaf, donde llegó a disponer de una oficina y una Husseiniya (templo chií). "Sabíamos que existían pero no teníamos conocimientos de que dispusieran de tal arsenal", reconoce el gobernador Alwan.
En Naseriya los habitantes recuerdan como en 2007, los devotos de Yemani comenzaron a colocar banderolas amarillas en la ciudad y a editar un periódico, al-Sirat al-Mostakeem. También la conmoción que provocó descubrir que sus comunicados iban todos sellados con la estrella de David, el símbolo de Israel. "Es la elección de Dios. David fue un profeta enviado por Dios y nosotros somos los herederos de los profetas", llegó a aducir quien se creía "enviado" celestial.
EL DÍSCOLO
En el escalafón del dislate no todos aspiran a ser elegidos de Dios. Algunos, como Hassani Al Sarji, "sólo" pretenden ser la máxima autoridad religiosa de la comunidad chií, por encima incluso del citado Sistani o de Ali Khamenei. "En 2001 desafió a una discusión teológica a todos los ayatolás de Nayaf porque sabe que sus conocimientos religiosos son muy superiores. Nadie le respondió. Asumimos que aceptaron su primacía", precisa el jeque Taleb Al Garaui, representante de Sarji. Garaui niega que el autodenominado "gran ayatolá" albergue cualquier veleidad mesiánica, lo cual no impide que en los retratos que se suceden por las carreteras del sur del país su figura aparezca adornada con un sospechoso fulgor luminoso que recuerda a la aureola con la que se representa a Jesucristo. O que su web también acompaña su nombre de un explícito: "que Dios preserve su sombra sagrada".
Sarji podría ser un émulo del controvertido Papa Clemente del Palmar de Troya dado que también ha establecido su propio vaticano -aquí se llama hawza- donde prepara a sus adeptos desafiando a la cúpula clerical chií, que se limita a acoger con sarcasmo el desplante. "Mire para llegar a ser un gran ayatolá hay que estudiar 40 o 50 años. Este señor tiene 40 y pocos años. En realidad no sabemos de dónde ha salido", indica Ali Al Nayafi, asistente del gran ayatolá Bashir al Nayafi, uno de los cuatro máximos jerarcas de los chiíes en Irak.
Pero a diferencia del extinto Garawi o del huido Yemani, Sarji continúa disponiendo de una cobertura legal en Irak que le permite movilizar a miles de seguidores incluso después de sus repetidos encontronazos armados con autoridades y fuerzas norteamericanas. Sus seguidores no dudaron en asaltar el consulado iraní de Basora e incendiarlo en junio de 2006 después de que en un canal de televisión de ese país se cuestionara la entidad religiosa del aludido y le acusara como a Yemani "de pretender tomar el té con el Mehdi". "Todo eso fueron intentos para desprestigiarle. No abogamos por la lucha armada, pero se nos persigue porque nos oponemos a la intervención extranjera, tanto de Estados Unidos como de Irán", observa Al Garaui.
En las oficinas del gran ayatolá Bashir, Ali -su portavoz- admite sin remilgos que en Irak se están "multiplicando los locos que dicen ser primos o hijos del Mehdi". Aunque el mal no sólo es cosa de nativos. "También hay intereses extranjeros en promover estas locuras para desacreditar el Islam y hundir al país".
El regreso de Al Mehdi
El Imam Muhamad Al Mehdi, conocido como Muhamad al Muntazar (el esperado) es un referente crucial del chiísmo y en su nombre se han producido numerosas revueltas históricas.
Imam Al Mehdi. Según la doctrina chií el Mehdi Bni al-Hassan es el Imam número 12 y último de la saga de figuras religiosas que lideraron esta fe que inició el Imam Ali en el siglo VI. La misma teología dice que Al Mehdi nació en el siglo IX en Samarra, donde se encuentra la sagrada mezquita que recuerda su memoria. El templo se encuentra dentro del complejo que acoge la tumba de Al Askari, cuya destrucción en 2006 exacerbó la guerra civil contra los suníes.
Regreso del Mehdi. Los chiíes afirman que Al Mehdi desapareció cuando tenía seis años, pero que permanece vivo y oculto. Debería reaparecer para imponer una sociedad islámica perfecta junto a Jesucristo, y ambos lucharan en alianza contra el anticristo.
El profesor de historia islámica de Nayaf, Hassan al Hakim, explica que el regreso del Mehdi es un principio clave del chiísmo. "Se cree que tal acontecimiento será precedido por signos indicativos: caos, conflictos, guerras e injusticia absoluta. Lo que ocurre ahora en Irak podría utilizarse fácilmente para justificar la aparición de falsos profetas".
Revueltas en nombre del Mehdi. La historia del Islam, como la del cristianismo, está trufada de personajes que se han autoproclamado salvadores del mundo. En el caso del Mehdi, los alzamientos militares en su nombre se remontan a los primeros tiempos del Islam.
La aparición de Mehdis autoproclamados no se circunscribe a la confesión chií. En 1882 un dirigente sufí sudanés, Muhammad Ahmad, se arrogó ese título y formó un ejército que derrotó a las tropas egipcias otomanas estableciendo un estado que persistió hasta 1899.
En su momento, los medios de información también adujeron que el saudí Juhayman ibn-Muhammad ibn-Sayf al-Otaibi, había intentado apropiarse de la figura de salvador antes de liderar la sangrienta ocupación de
Uno de los que más influencia han mantenido en épocas ulteriores, hasta el punto de inspirar una fe propia, fue el persa Alí Mumannad de Shiraz, quien decidió que era la "puerta" hacia el Mehdi. Su figura sería inspiración primero de los Babis (de bab, puerta en árabe) y después de la creencia Bahai, que cuenta con varios millones de seguidores.
http://www.elmundo.es/suplementos/cronica/2008/653/1208642406.html
Todo esto no hace si no confirmar el analisis jungiano sobre las posibilidades de que una persona ingrese en una secta se incrementaríann dramaticamente en épocas de ansiedad, dificultades, soledad y desolación.
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